El mercado inmobiliario aragonés se anima con una ligera mejoría de la compraventa

En los dos primeros meses de este año, en Aragón se ha notado una ligera mejoría en la compraventa de viviendas.

Según la última estadística de transmisiones de derechos de propiedad (que publica mensualmente el Instituto Nacional de Estadística), tanto en enero como en febrero, el número de inmuebles vendidos superó la barrera sicológica del millar: en enero fueron 1.083 y en febrero, 1.021. Sin ser cifras espectaculares, estos datos avanzan un claro repunte del mercado inmobiliario de la Comunidad. Hay que recordar que durante 2015 y 2016, solo en dos meses muy concretos se vendieron más de 1.000 pisos; en los 22 meses restantes, el mercado se mantuvo en un nivel medio de 850 transmisiones mensuales. Y esto, en una Comunidad en la que en los buenos tiempos inmobiliarios se vendía una media mensual de 2.000-2.300 viviendas (entre 24.000 y 28.000 anuales). Aunque, como contrapunto, también hay que recordar que en los momentos más duros de la crisis inmobiliaria apenas se registraron 460 operaciones en muchos meses de 2013, según las estadísticas del INE.

En cuanto a los datos más recientes, el INE publicó hace unos días que en el mes de febrero se registró una disminución anual del 1,4% en la compraventa de inmuebles (la media nacional apuntó a un aumento del 1,2%). Sin embargo, estas fluctuaciones puntuales (tanto al alza como a la baja) no preocupan al sector, que aconseja analizar la evolución del mercado teniendo en cuenta periodos más largos, como mínimo trimestrales o anuales.

En este sentido, Fernando Baena, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Aragón, recuerda que en la Comunidad se aprecia un claro cambio de tendencia en el mercado inmobiliario desde 2015. "Probablemente –apunta– porque el sector tocó suelo en esa fecha". Desde entonces, con pequeños altibajos, el número de viviendas vendidas en Aragón ha ido aumentando mensualmente. El mejor mes de esa etapa fue junio de 2016, cuando se registraron un total de 1.066 pisos vendidos, un 23,5% más que en el mismo mes de 2015, según el INE, y el mejor dato desde enero de 2013, cuando se alcanzaron las 1.139. Ese registro récord de junio de 2016 se superó en enero de este año con 1.083 inmuebles vendidos, lo que confirma la paulatina recuperación del sector inmobiliario en la Comunidad.

Para Baena, estas cifras entran dentro de lo previsto. "Demuestran –dice– que vuelve a haber interés por comprar". Esta evolución se explica, apunta el presidente de los API de Aragón, por tres razones, fundamentalmente: "La bajada de precios (desde 2007 a 2015, los valores de los inmuebles han caído un 40% de media). Porque hay demanda contenida y porque la financiación bancaria ha vuelto a fluir".

Vuelve la inversión en vivienda

Baena apunta otro motivo que también podría explicar el despegue inmobiliario: "Han vuelto los inversores. El ahorrador que no logra sacar por su dinero un interés bancario aceptable (con tipos a la baja, los productos financieros más conservadores como los plazos fijos dan intereses mínimos o incluso negativos) y que está comprando inmuebles de segunda mano para destinarlos al alquiler".

Porque en los últimos años, la tipología de vivienda que ha tirado del sector ha sido, sin discusión, la de segunda mano. Desde 2015, del total de pisos vendidos en la Comunidad solo el 20% fue de nueva construcción; la inmensa mayoría de las transacciones (el 80% restante) se hicieron con vivienda usada. En enero de este año, de los 1.083 pisos vendidos, 905 fueron de segunda mano y 178, nuevos; en febrero, de los 1.021 inmuebles vendidos, 797 eran usados y 224 nuevos.

"Los pisos de segunda mano son los que han animado el mercado de compraventa", ratifica Baena. "En estos años no ha habido una gran oferta de nueva construcción. En Zaragoza, por ejemplo, solo en zonas muy concretas como Parque Venecia o Miralbueno se han levantado edificios nuevos".

Una situación que puede empezar a cambiar. Según el balance del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, durante el año pasado se dieron 1.344 licencias para construir vivienda nueva en la ciudad, lo que significa que se concedieron un 30% más que un año antes. También en Huesca, se empieza a notar una ligera reactivación del sector con nuevas promociones en curso en el sur de la ciudad.