Las carreteras afectadas por la gran nevada de Huesca recuperan la normalidad

Las precipitaciones de nieve, que llegaron al Prepirineo, y el viento dejaron sin luz a más de 10.000 personas.

Vista del castillo de Loarre nevado, este sábado, 25 de marzo.
Vista del castillo de Loarre nevado, este sábado, 25 de marzo.
Asociación de Amigos del Castillo de Loarre

Las carreteras que permanecían con cadenas debido a la nieve que cayó entre el viernes y el sábado en la provincia de Huesca han vuelto a la normalidad y no es necesario su uso en ningún tramo.

Según informan fuentes de Tráfico, por todas las vías se puede circular sin dificultades.

La Aemet había activado un aviso importante de nevadas en el centro y norte de la provincia de Huesca, pero aun así numerosas localidades situadas a apenas 500 metros de altitud se vieron sorprendidas este sábado por una gran nevada que dejó hasta 35 centímetros y que recordaba más a estampas navideñas que a la recién estrenada primavera.

Pero no todo fueron imágenes idílicas ni mucho menos ya que el temporal de nieve, lluvia y viento provocó numerosos problemas en carreteras, árboles caídos y cortes de luz que llegaron a afectar a 10.000 clientes. Ribagorza, Somontano y La Litera fueron las tres comarcas más afectadas.

Tras una jornada caótica por momentos en algunas zonas (llegó a ser obligatorio el uso de cadenas en varios puertos como Monrepós y una decena de carreteras), la situación se fue normalizando conforme avanzó el día y a última hora ya solo eran necesarias en seis carreteras, cinco de ellas en la parte oriental. Este domingo mejora el tiempo sensiblemente, aunque la Aemet mantiene activado el aviso por riesgo de aludes, que está en nivel 4 sobre 5 por encima de los 2.000 m en los macizos del Alto Gállego, Sobrarbe y Ribagorza.

La tormenta llegó a doblar literalmente postes eléctricos como fue el caso de la línea de Perarrúa en la Ribagorza y la nieve acompañada de la incesante lluvia originó manguitos de hielo sobre los cables, llegando a provocar sobretensiones en la línea de media tensión y cortes en el cableado. La caída del suministro eléctrico se produjo a las 5.00 y varios equipos de Endesa atendieron incidencias en Abiego, Alquézar, Estadilla y Naval, en la comarca del Somontano; Benabarre, Tolva, Graus y Castejón de Sos en la Ribagorza; La Fueva y Aínsa en Sobrarbe; y La Sotonera en la Hoya. Casi todas, zonas de media montaña, de entre 700 y 1.000 metros.

Desde las 6.00 las averías se fueron subsanando. Al mediodía el número de afectados se había reducido a 3.000 y a media tarde a 1.800. A última hora seguían trabajando en intentar restablecer el suministro aunque en Benabarre, Tolva y Naval la compañía instaló grupos electrógenos ante la imposibilidad de acceder a las líneas dañadas por el temporal.

En Alquézar, por ejemplo, donde más de la mitad de la población se quedó sin luz de 11.00 a 13.00, el alcalde, Mariano Altemir, se mostró comprensivo. «Solo han sido dos horas sin luz y con esta nevada es previsible», dijo.

En Aínsa-Sobrarbe, 9 de los 29 pueblos de la zona sur del municipio sufrieron cortes intermitentes toda la jornada. El alcalde, Enrique Pueyo, se quejó de que «donde generamos la energía es donde más problemas hay».

«No se había visto en 20 años»

La tempestad que descargó sobre Ribagorza también afectó a vías secundarias y accesos a bastantes de los pequeños núcleos de la zona media y oriental de la comarca y obligó a los servicios de Protección Civil a multiplicarse para limpiarlos. «Hemos vivido lo que no se había visto en veinte años», reconocía el coordinador de Protección Civil en la Baja Ribagorza, José Antonio Sistac, quien recalcaba el enorme número de avisos, más de 40, y la gran cantidad de arbolado caídos por el peso de la nieve en las inmediaciones de localidades como Juseu y Aguinaliu, donde los 40 cm acumulados hacían «muy difícil» abrir las carreteras.

Estos extremos se repitieron en el entorno del Turbón y en la zona oriental de la comarca, donde llegó a acumularse hasta medio metro de nieve en zonas como el Coll de Fadas y en las que el trabajo de los bomberos y los voluntarios de Protección Civil fue incesante durante todo el día.

La nieve también colapsó algunas de las carreteras comarcales que unen los pueblos de la Litera Alta, como es el caso de la que transcurre entre Baldellou y Castillonroy, que permaneció cortada durante toda la mañana. En Camporrells, donde recogieron unos 30 centímetros, tuvieron que despejar las carreteras hacia Nachá, Estopiñán y Saganta. San Esteban recogió 80 litros de precipitación, gran cantidad de ella en forma de nieve, y Alcampell se cubrió con 10 centímetros de nieve. En Tamarite también nevó pero con menor intensidad, y en localidades más bajas, como Binéfar, lo extraordinario fueron los más de 50 litros de lluvia.

Los operarios de Protección Civil de la Comarca de la Hoya de Huesca también tuvieron que auxiliar a media docena de vehículos salidos de la vía por la nieve ya que en algunas poblaciones registraron hasta 20 centímetros de nieve. «Casi no nos lo podíamos creer», admitió el jefe del operativo, Joaquín Abiol.

Récord de lluvia en Benabarre

Además de la nieve, la lluvia también fue protagonista de la jornada. Benabarre, de hecho, fue la localidad que más agua recogió de todo el país con casi 60 litros por metro cuadrado. También se superaron los 45 en localidades como Tamarite, Barbastro o Huesca, donde a media mañana incluso nevó pero no llegó a cuajar.

(Con información facilitada por Rubén D. Núñez, José Luis Pano, Concha Silván y Ángel Gayúbar)

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