El Ministerio de Medio Ambiente aseguró ayer que "no tiene constancia" del nuevo plan anunciado por la Generalitat de Cataluña para trasvasar agua del Ebro a cuatro municipios de sus cuencas internas. Desde el Ministerio indicaron que solo tienen registrado el que se redactó en 2008 y consiguió el visto bueno delGobierno central en 2010, pero negaron que hayan recibido ya alguna actualización de él o incluso un nuevo proyecto.

Desde Cataluña ya han anunciado su reactivación e incluso lo han escenificado con los alcaldes, pero también explicaron que todavía no han remitido el nuevo plan del trasvase a la Confederación Hidrográfica del Ebro. La clave estará en si la CHE considera que es una modificación del autorizado por el Ministerio en 2010 o si lo califica como un proyecto nuevo y, por tanto, el permiso "temporal y transitorio" que había ya no sirve. Si el Gobierno central lo acepta como una simple modificación, a Aragón ya solo le quedarán los tribunales. La cantidad que la Generalitat propone trasvasar ahora es la misma que la autorizada en 2010 (0,62 hm3/año), pero hay menos municipios implicados, con otro coste y previsiblemente también con cambios relevantes en la obra.

Desde el Ministerio, a través de un comunicado, insistieron en que si efectivamente consideran que la Generalitat presenta "otro plan distinto al redactado" en 2008, el permiso temporal de 2010 "carecería de validez". "Requeriría la tramitación de la correspondiente autorización concesional, para lo que sería preceptivo un nuevo informe del Gobierno de Aragón". Hay que recordar que en 2010, la DGA –entonces controlada por el Ejecutivo PSOE-PAR– dio el visto bueno a ese trasvase a cambio de unas condiciones que nunca se han llegado a cumplir.

El permiso era "provisional"

El planteamiento del Ministerio –que mantiene que está en vigor la resolución ministerial que autorizó un trasvase del Ebro "temporal" que no se ha ejecutado– fue contestada por el Gobierno de Aragón. El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, insistió en que para el Ejecutivo aragonés "está caducada". Guillén recordó que "se dio para condiciones concretas y de manera provisional". "Han pasado ya siete años", señaló. "Consideramos que es un trasvase y que se ha hecho de manera fraudulenta", advirtió. En esta línea, dejó claro que Aragón "utilizará todas las herramientas jurídicas y políticas" para pararlo.

La Generalitat niega el trasvase

Pero el comunicado oficial del Ministerio de Medio Ambiente no fue el único escrito de ayer sobre esta polémica. El consejero de Desarrollo Rural de la DGA, Joaquín Olona, envió sendas cartas a la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y al presidente de la CHE, Raimundo Lafuente. A la primera le trasladó "el malestar" tanto por la aprobación del plan de las cuencas internas de Cataluña como por la tramitación de la nueva petición de trasvase, del que no se han dado "las aclaraciones necesarias". Por este motivo, le pidió una reunión. En cuanto al presidente de la CHE, le exigió que convoque a los órganos de gobierno para abordar estos asuntos.

Olona también fue destinatario de una misiva del consejero catalán de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, que le expresó su "perplejidad" por la negativa de Aragón a permitir el abastecimiento con agua del Segre a localidades de fuera de la cuenca del Ebro. Niega que el proyecto "pueda asimilarse a la idea de trasvase que tanto alarma a la población", pese a que el presidente Carles Puigdemont sí habló de trasvase el miércoles. Y asegura que la Generalitat está "en contra" de llevar agua del Ebro a Barcelona.