Barba resalta ante hija de Berta Cáceres el valor del activismo y su entrega
Cáceres fue asesinada el año pasado tras liderar la lucha contra la construcción de una presa hidroeléctrica y varias concesiones mineras en territorio indígena.
La presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, ha recibido hoy a Laura Zúñiga Cáceres, hija de la defensora de los derechos humanos y ecologista hondureña Berta Cáceres, asesinada hace un año, de quien ha resaltado su valor, su activismo y su entrega.
Fuentes parlamentarias recuerdan que Cáceres fue asesinada el año pasado tras liderar la lucha contra la construcción de una presa hidroeléctrica y varias concesiones mineras en territorio indígena.
La presidenta de las Cortes ha ensalzado la entrega de quienes, como hiciera Cáceres a través del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, luchan por defender los derechos humanos, el medio ambiente y el territorio frente a los poderosos, poniendo incluso en peligro sus vidas.
Barba, consciente del temor que existe a que "deje de hablarse del asesinato", ha denunciado "la opacidad" de ciertos Estados donde "el sistema democrático ha ido en retroceso" y que hace que no se hable de estos "crímenes contra la humanidad" y que los autores materiales, pero también intelectuales, sigan libres.
"Y eso es algo -ha dicho- que no podemos consentir desde cualquier institución democrática, como son estas Cortes".
Barba ha lamentado que siga pendiente aún la creación de una comisión independiente e internacional que investigue el asesinato de Cáceres, que fue distinguida en 2015 con el Premio Goldman.
Aunque hay varias personas detenidas, la familia sigue reclamando justicia, como ha hecho hoy su hija, quien ha recordado que su madre recibió 33 amenazas de muerte a lo largo de 2015, cuando lideraba una campaña para paralizar la construcción de una presa que supondría la destrucción de bosques nativos y territorios indígenas en Honduras.
Zúñiga ha mostrado su preocupación por cómo se ha agravado "la persecución a luchadoras y luchadores" en todo el mundo y ha reclamado ayuda para intentar "romper el secretismo" que rodea al asesinato de su madre.
Se ha emocionado al asegurar que seguirán defiendo la lucha de los pueblos indígenas, que es "también la defensa de la humanidad y del planeta mismo", así como reivindicado la memoria y el recuerdo para su madre, "como propuesta de esperanza y sueños".
Zúñiga ha viajado a España a recoger el galardón Artemio Precioso que ha concedido la organización ecologista Greenpeace a su madre.
