Cincuenta primaveras al rescate

El Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña se prepara para los meses más intensos. Este jueves el jefe de la sección de Huesca imparte una charla en Zaragoza.

Imagen de archivo de uno de los rescates llevados a cabo por el GREIM.
Imagen de archivo de uno de los rescates llevados a cabo por el GREIM.
Rafael Gobantes

Medio siglo dista de aquel 11 de marzo de 1967 en que surgió el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM). A través de una Orden General plasmada en el Boletín Oficial de la Guardia Civil, quedó reconocida, “con miras a lograr una mayor eficacia en la búsqueda y rescate de accidentados”, la especialidad de Esquiador-Escalador. Los primeros cursos se impartieron en el acuartelamiento de Coll de Ladrones -valle oscense del río Aragón- y en la Escuela Militar de Alta Montaña de Jaca. Seguidamente, el coronel jefe de Tercio de Zaragoza, Francisco García, decidió distribuir a los especialistas en dos grupos bajo la tutela del sargento Fulgencio Carbonell.

Boltaña y Jaca se convirtieron en el germen español de los GREIM; meses después, se establecieron otros corros en Navarredonda de la Sierra (Gredos), Teruel (Sistema Ibérico), Navacerrada (Sierra de Guadarrama) o León (Cordillera Cantábrica), pero no todas las unidades se dedicaban plenamente al rescate. Situación que cambiaría en 1981, cuando el capitán Fernando Abós, gran conocedor de la materia, implantó que todos los grupos funcionasen como los del Pirineo aragonés.

Este sistema, vigente en la actualidad, permite actuar con rapidez en caso de que no se pueda disponer de medios aéreos y asegura un buen conocimiento del entorno por parte de los profesionales. Además, tras esa reorganización, otro gran acierto fue la creación del Centro de Adiestramientos Especiales de Montaña (CAEM). Allí se imparte la formación necesaria para perfeccionar técnicas concretas como el empleo de helicóptero, que tiene como máximo exponente el denominado modelo aragonés.

“No es un rescate al uso como en el resto de comunidades autónomas, sino que el helicóptero -participa en el 85% de los rescates- se mueve con un médico del 061, algo que es una referencia a nivel nacional e internacional", explica Darío Álvarez, jefe de los GREIM de Huesca, provincia que viene experimentando un aumento considerable del número de rescates. En 2015 se llevaron a cabo 388 intervenciones y murieron 20 personas; el pasado año, hubo 408 salidas y 25 fallecidos.

“La Sierra de Guara, Monte Perdido, Peña Telera o el Aneto son algunos de los puntos a los que más acudimos. En Zaragoza y Teruel hay menos accidentes”, valora Álvarez, y ensalza que “la época primaveral es mucho más intensa que el invierno, dado que la gente se anima a practicar actividades al aire libre como pueden ser el barranquismo, el senderismo o la escalada".

Por ello, aconseja extremar las medidas de seguridad y seguir un protocolo de emergencias. “El accidentado ha de permanecer inmóvil hasta que aparezcan los profesionales. Ellos comprobarán cuál es su estado y desarrollarán los primeros auxilios”, comenta Álvarez, que este jueves, a petición del Club Alpino Universitario, impartirá una charla en Zaragoza.

Actualmente, unos 80 agentes integran el GREIM de Aragón. 65 de ellos se distribuyen por la provincia de Huesca; el resto, por Zaragoza y Teruel. “En los próximos meses, conforme aumente el nivel de trabajo, se irán incorporando efectivos de otros territorios en los que hay menos accidentes", concluye Álvarez.

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