El 31,4% de los pensionistas aragoneses viven con estrecheces económicas

Disfrutar de un retiro cómodo es la principal aspiración para quienes ven de cerca el fin de su vida laboral. Pero no todo el mundo lo consigue, o al menos no de la forma que deseaba. De hecho, el 31,4% de los pensionistas residentes en Aragón afrontan con estreches económicas su último tramo vital. Y no pocos, hasta el 9%, hasta dependen de alguna ayuda económica procedente de su círculo cercano para poder subsistir. La mayor parte, eso sí, no tiene complicaciones. El 33,6% considera que "va viviendo" con la paga que percibe y hasta el 30,1% lo hace con holgura, según se desprende de la encuesta de la consultora A+M para HERALDO DE ARAGÓN, en la que un 58,2% dice sentirse satisfecho con la cuantía de su prestación.

La pirámide poblacional española y el desequilibrio entre cotizantes y pensionistas hacen que la previsión de cara a la jubilación sea cada vez más necesaria. Sin embargo, seis de cada diez encuestados reconoce que no ahorra ni ha ahorrado de cada al futuro. El motivo para la mitad de estos es que no tiene posibilidades reales de hacerlo, mientras que un 26,9% considera que aún es pronto para ellos y solo un 9,8% ni siquiera se lo ha llegado a plantear.

El retiro propio de la tercera edad es algo que preocupa mucho a un 34,9% de los aragoneses, mientras que a un 26,9% les genera bastante desasosiego y a un 22% solo un poco. Al resto (16,6%) este asunto no les genera ningún estrés. Y aunque parezca que los planes de pensiones han cobrado una especial relevancia durante los últimos años, lo cierto es que apenas un 16% han contratado de uno de estos servicios privados.

Otro aspecto destacable de la consulta es el amplio desconocimiento que existe alrededor del sistema de jubilaciones. Únicamente el 42,7% de la ciudadanía considera que maneja suficiente información sobre éste y uno de cada dos reconoce no tener ni la más mínima idea de cuánto percibirá una vez llegue el momento de colgar los bártulos y dedicarse en cuerpo y alma a la vida ociosa. El 27,2% tiene una idea aproximada de la cifra y el 22% la conoce con bastante seguridad. Eso sí, una tercera parte afirma que sus ingresos no serán suficientes llegado el día.

Cobrar en función de lo acumulado

Con el futuro de las pensiones públicas en el debate público se intensifican las dudas sobre su sostenibilidad. Esta situación preocupa mucho al 49,3% y bastante al 30,5% de los encuestados. No en vano, casi dos terceras partes de los aragoneses creen que la Seguridad Social puede quebrar en el futuro, si bien el 59,7% imagina que el sistema público de pensiones existirá el día en que se jubilen.

Por otro lado, ante la hipótesis de establecer un sistema en el que se vayan anotando de manera individual las cotizaciones acumuladas durante la vida laboral y que la pensión se calculase en función de lo aglutinado por cada ciudadano, el 69,9% se mostraría a favor. A un porcentaje parecido, el 65,4%, le gustaría poder elegir libremente la fecha de jubilación. Donde casi hay quorum -y no sorprende- es en lo que respecta a retrasar la edad de jubilación: solo el 7,1% está a favor de mover la barrera más allá de los 65 años, que parecen más que suficientes para cambiar de tercio.