"El uso de modelos muy delgadas provoca que veamos como normales cuerpos no saludables"

En Aragón, la saturación de las unidades de trastornos de la conducta alimentaria ha obligado a derivar a Salud Mental los casos menos graves.

Campaña 'Love your curves'
Campaña 'Love your curves'

La polémica campaña 'Love your curves' de Zara ha reactivado esta semana el eterno debate sobre el grado de influencia de la publicidad en el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria.

Dos modelos delgadas y de facciones marcadas ilustran un cartel promocional en el que se hace referencia a las curvas femeninas. En este caso, la compañía implicada ha explicado que trataba de promocionar un tipo de pantalón que "potencia la figura de la mujer". Sin embargo, la imagen escogida para acompañar al eslogan 'Ama tus curvas' ha resultado más que desafortunada para muchos usuarios de las redes sociales. En especial para los familiares de personas que padecen o han padecido trastornos de la conducta alimentaria como bulimia o anorexia.

La situación en Aragón

En Aragón, la prevalencia de este tipo de enfermedades se mantiene en picos muy elevados desde 2012. Desde entonces, la Unidad Infanto-Juvenil de Trastornos de la Conducta Alimentaria sita en el hospital Clínico de Zaragoza atiende cada año a cerca de 120 nuevos pacientes menores de edad. También entre los mayores se ha incrementado la incidencia de este tipo de trastornos y la unidad de adultos viene registrando más de 200 nuevos casos al año.

Pedro Manuel Ruiz Lázaro, responsable de la sección Infanto-Juvenil, reconoce además que el repunte de los últimos años llegó a provocar la saturación de las unidades especializadas. Por eso, el Gobierno de Aragón terminó optando a finales de 2016 por un cambio de modelo. Desde septiembre, los casos leves y moderados se atienden directamente en las unidades de Salud Mental de cada sector sanitario y solo los más urgentes o graves se derivan a las unidades especializadas. Un cambio que buscaba repartir la carga de trabajo y disponer de todos los recursos necesarios para atender los casos más complejos.

Por eso, si solo nos fijamos en los datos, nos percatamos de un notable descenso de los nuevos casos registrados por la unidad Infanto-Juvenil del Clínico. En el 2016 trató a 78 nuevos pacientes afectados por trastornos de la conducta alimentaria. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que esta cifra solo refleja los casos en los que la enfermedad ya había alcanzado un nivel 'moderado y grave', mientras que en años anteriores se contabilizaban también los leves. "A mediados de año ya implantamos una entrevista previa en las unidades especializadas a modo de criba. Si son leves ya no los asumimos y los mandamos a Salud Mental", explica Ruiz Lázaro.

Pese a ello, el responsable de la unidad Infanto-Juvenil recalca que la prevalencia de estas enfermedades se mantiene en los elevados niveles de los últimos años y alerta, además, de que han aumentado su complejidad: "Los trastornos de la conducta alimentaria vienen acompañados, cada vez con mayor frecuencia, de otros problemas relacionados con la personalidad, el control de impulsos, las tendencias a la autolesión u otras patologías afectivas o depresivas", expone el especialista.

La publicidad, otro factor desencadenante

Respecto a la influencia de campañas publicitarias en el desarrollo de este tipo de patologías, Ruiz Lázaro coincide en que el uso de modelos "tan excesivamente delgados" genera que la sociedad normalice cuerpos con índices de masa corporal por debajo, incluso, de 18. Cuerpos que, desde un punto de vista médico, no son saludables. "Eso, a su vez, contribuye a propagar la enfermedad porque es otro factor de riesgo" al que están expuestas las personas vulnerables.

"Por supuesto no todas las personas somos iguales pero a partir de los 14 años podemos hablar de salud cuando tenemos índices de masa corporal de entre 18 y 24,9. Las campañas y pasarelas no deben exhibir modelos por debajo de ese rango".

Coincide con él Edurne Larrarte, la presidenta de la Asociación de Familiares de Enfermos de Bulimia y Anorexia de Aragón (Ardaba). Tras ver la última campaña que incendió esta semana las redes sociales, Larrarte decía estar "alucinada" por el hecho de que la empresa implicada hubiese optado por utilizar a modelos tan delgadas para una campaña relacionada con las curvas y las formas femeninas.

"Este cartel va en contra de todo el trabajo en prevención que llevamos haciendo desde hace veinte años", lamenta Larrarte. "Esto no es salud. Debemos promover un estilo de vida saludable, una alimentación adecuada, un cuerpo sano y el deporte. Al ver a estas modelos no vemos ni curvas ni a jóvenes felices, sino caras serias, casi tristes y, sin ánimo de exagerar, incluso enfermas".

Desde Ardaba aclaran ser conscientes de que la publicidad en sí misma no es la causante de este tipo de trastornos pero defienden que es "un añadido más" que puede poner en marcha el mecanismo de la enfermedad cuando recae sobre personas que ya son vulnerables a raíz de otros factores predisponentes o precipitantes a nivel biológico, psicológico y social.

Por eso, Larrarte espera encontrarse "con muchas denuncias" contra esta campaña cuando llegue el lunes a las oficinas de Ardaba. Tanto de familias como de pacientes curados o en proceso de tratamiento. "Si una paciente en tratamiento ve este cartel en el que se le dice que esto son curvas, ¿qué les estamos transmitiendo?", se pregunta indignada, al igual que muchos internautas, la presidenta de Ardaba.

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