Tercer Milenio

En colaboración con ITA

"Tenemos que apostar por la agricultura ecológica con urgencia"

Luis Ferreirim, representante de Greenpeace defiende que el modelo de producción industrial ha fracasado y hay que buscar alternativas en el cultivo.

Luis Ferreirim durante su intervención en Huesca.
Luis Ferreirim durante su intervención en Huesca.
Rafael Gobantes

Desde Greenpeace defienden que el modelo de la agricultura transgénica ha fracasado, ¿en qué basan esta afirmación?

Nos basamos en el informe de expertos mundiales de distintas áreas, como seguridad alimentaria, agrosistemas o nutrición, que nos dicen que el camino que estamos llevando nos conduce hasta un callejón sin salida, por no decir al borde del precipicio. Los transgénicos han terminado por agravar algunos problemas que querían solucionar, como el control de las mal llamadas ‘malas hierbas’. Otra señal evidente de lo que está ocurriendo es el declive de las poblaciones de abejas y otros insectos polinizadores, que son especies fundamentales para el equilibrio ecológico del planeta, e incluso para nuestra seguridad alimentaria.

¿Cómo afecta esto al productor?

Al productor cada vez le está dejando más maniatado, ya que lo convierte en dependiente de plaguicidas y fertilizantes, así como de las semillas que las grandes corporaciones controlan. Sin embargo, hay también una ola positiva, ya que se percibe que está emergiendo un movimiento que apuesta por la agricultura ecológica, que demuestra que es posible abandonar la senda y dejar de depender de una manera tan brutal del control de esas grandes multinacionales.

¿Y al consumidor?

Del lado del consumidor nos vemos con productos con sustancias químicas peligrosas que son dañinas para nuestra salud, a la vez que estamos fomentando un modelo de agricultura que está destruyendo el planeta. Si apostamos por otro tipo de productos, aunque muchas veces nos parezcan más caros, estaremos favoreciendo un modelo respetuoso con el medio ambiente y con nuestro propio bienestar.

Por tanto, ¿es la agricultura ecológica la manera de superar ese fracaso del modelo industrial?

Es el paso fundamental que tenemos que dar la humanidad en su conjunto, con determinación y urgencia. Hay indicios de ello como el cambio climático, la destrucción de la diversidad, la contaminación de las aguas… No podemos seguir con el mismo modelo de agricultura si estamos viendo que no está dando los resultados esperados, y que por otro lado nos está hipotecando el futuro ya que está atacando a las especies polinizadoras.

Respecto a la desaparición de estos animales, ¿cuál es el alcance actual del problema?

El problema es ya muy real, pues un reciente informe determinaba que actualmente más del 40% de los polinizadores invertebrados están en peligro de extinción. Los plaguicidas son auténticas bombas atómicas que lanzamos a la naturaleza con total impunidad. Matan las plagas que afectan a los cultivos, que hace que el productor piense que son buenos, pero destruyen otras muchas especies, por lo que está tirando piedras sobre su propio tejado, porque está eliminado su principal tabla de salvación: la biodiversidad.

¿Qué alternativas existen al uso de plaguicidas?

Desde Greenpeace planteamos una transición progresiva, dentro de la cual se dejen de utilizar los productos que está demostrado que son muy peligrosos para los insectos polinizadores, que en España se cifran en más de 300. Hay otros que son menos nocivos, que son los que se deben utilizar en esta fase de transición. La agricultura ecológica muestra cada día que sí es viable. España es el país de la Unión Europea con más superficie dedicada a estos cultivos y que está creciendo de manera exponencial. Aumentar la diversidad, la rotación de cultivos, potenciar los abonos verdes o los márgenes floridos. Todo eso es lo que debe promover el control biológico y lo que se debe poner en marcha antes de llegar al último recurso. Durante este año 2017 se tienen que tomar una decisión en firme sobre lo que va a ocurrir en el futuro, y saber las directrices de la normativa europea en seguridad alimentaria, con el fin de que confirmen que el uso de esos productos son peligrosos para las abejas, por lo que no tienen ningún sentido que continuemos utilizándolos, y que se siga rociando el campo con esos venenos.

¿Con qué plazos considera que pueden llegar a hacerse efectivos estos cambios?

Las administraciones deberían intervenir a corto plazo, de forma ya inmediata sobre el control del uso de plaguicidas, especialmente en la prohibición de los más peligrosos. En este sentido, Greenpeace considera que hay siete casos de acción prioritaria. Atendiendo a un medio o largo plazo, las acciones irían más hacia la apuesta y la promoción de las prácticas de agricultura ecológica. En las últimas elecciones tanto autonómicas como generales desde la organización hemos establecido un marco y hemos pedido a las administraciones que trabajen en ese sentido y que elaboren los planes necesarios para que sea posible que a final de 2020 la superficie dedicada a la agricultura ecológica sea un 30%, y que se reduzca un 30% el uso de plaguicidas a nivel general.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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