Parir en casa, un modelo "que ha cambiado"

Cada vez más mujeres deciden dar a luz en sus hogares ayudadas por una matrona..

Nuestras abuelas lo hacían y ahora cada vez más mujeres optan por parir fuera del ámbito hospitalario. Alumbran a sus hijos en sus hogares, como sus antepasadas, aunque no de la misma manera. “El modelo de parir en casa ha cambiado mucho”, explica Laura Sola, matrona que atiende exclusivamente partos en los domicilios. “Nuestras abuelas parían en casa porque no había otra opción. Ahora son profesionales quienes lo hacen y las mujeres llevan un mejor control del embarazo”, informa la matrona.

Esta zaragozana de 33 años empezó a formarse como matrona a los 18. “Me fui a Nicaragua un verano para conocer el trabajo de las matronas tradicionales. Más adelante, cuando ya había terminado Enfermería, estuve viviendo más de dos años en Perú para formarme con una partera muy conocida. Ya en España, hice estudios de Matrona para poder ejercer aquí”, relata Laura Sola.

Hace una semana asistió el parto de Carlota Gutiérrez, una zaragozana de 29 años. “Siempre había querido dar a luz en casa”, dice la reciente mamá. Su pareja y ella querían una experiencia diferente y optaron por tener a su hija Leyre en su domicilio. “Fue todo muy rápido. Me puse a las 03.00 con contracciones y a las 10.00 nació Leyre. Fue todo rodado”, relata Carlota Gutiérrez.

Elsa Isla, maestra de 30 años, también decidió parir en casa a su segundo hijo. “Con mi primera hija me indujeron el parto al pasarme de la fecha prevista y tras un proceso largo y doloroso acabó en cesárea.”, se lamenta Isla. “Me quedó una sensación muy mala de ese parto y no quería que con el nuevo embarazo se repitiera esa situación. Quería que fuera más natural y contacté con Laura”, explica.

Ni fórceps ni episiotomía

En Aragón hay cinco matronas que asisten en casa de forma periódica. Laura Sola es la única que se dedica a llevar partos en casa de manera exclusiva. El año pasado llevó a cabo quince y “este año serán más”, dice la matrona.

Hasta ahora ha asistido unos 80 alumbramientos y solo dos terminaron en el hospital. “El primero porque consideré que no avanzaba y el segundo, por decisión de la madre, que estaba agotada”, explica.

“El miedo a que pase algo está siempre presente, pero lo hubiera tenido también en un parto en el hospital”, dice Carlota Gutiérrez. “Te da mucha seguridad saber que estás en tu casa, en un ambiente íntimo y que nadie va a intervenir”, continúa Gutiérrez.

“El miedo es a lo desconocido, explica Elsa Isla. “Pero una vez que te informas ves que no es tan descabellado y que en muchos países se da a luz en casa de manera rutinaria” afirma Isla.

La diferencia principal de dar a luz en casa y en un hospital es que “estás en tu hogar, te puedes mover, bebes, comes...El responsable máximo de lo que ahí sucede es la mujer que está pariendo, que es la protagonista”, expone Laura Sola.

Esta matrona no utiliza fórceps ni realiza episiotomías. “No considero que sea necesaria en ningún caso, y lo dice también la Organización Mundial de la Salud”,  explica Sola.  Además, facilita piscina a la mujer que desea parir en el agua y utiliza una silla de partos que fabricó su abuelo para que “pudiese parir a mi hija en casa. Fue respetado y muy bonito”, recuerda la matrona.

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