La DGA recaudó 92 millones más por la subida fiscal de 2016
Gimeno asegura que por primera vez se ha logrado superar la previsión de ingresos, que se cifró en 3.737 millones de euros. El impuesto de Sucesiones y los que gravan la gasolina y la contaminación de las aguas se dispararon sobre la estimación.
La subida fiscal aprobada por el Gobierno de Aragón permitió al erario recaudar 92 millones de euros más al cierre del pasado ejercicio, cumpliéndose con creces la previsión inicial. El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, aseguró ayer a este diario que se logró acabar el año «por primera vez» con más ingresos de los previstos en las cuentas autonómicas, concretamente un 100,55%. Si suman todos los ingresos por impuestos y tasas, incluidos los que garantiza Madrid dentro del sistema de financiación autonómica, la cifra ha pasado en un año de 3.391 a 3.679 millones.
La polémica decisión de la coalición PSOE-CHA de incrementar la presión impositiva tuvo su reflejo directo en las arcas autonómicas, pese a los vaticinios de la oposición de que se frenaría el desarrollo económico e incluso la propia recaudación. Si en 2015 se contabilizaron 530 millones por tributos cedidos y los propios de Aragón y las tasas, esta cifra se ha disparado a 622.
Los incrementos fiscales han tenido, no obstante, un desigual comportamiento, como se apreció desde el primer trimestre. El mayor incremento porcentual corresponde al tramo autonómico que grava la gasolina: se presupuestaron 18,9 millones, pero los derechos de cobro alcanzaron los 23,3 millones, un 23,63% más. De hecho, a 31 de diciembre ya habían entrado en las arcas 18,8 millones. Gimeno explicó que este año se recaudará aún más dinero, porque al tratarse de un impuesto nuevo, en la contabilización de 2016 solo se han tenido en cuenta once meses.
La evolución contrasta con los augurios de los partidos y de la propia patronal de las estaciones de servicio, que advirtieron a lo largo de 2016 de la fuga de clientes a otras comunidades autónomas limítrofes que habían optado precisamente por quitar el tramo autonómico.
Otro de los tributos que se ha disparado es el de Sucesiones y Donaciones. Si en todo el año se pretendían recaudar 130 millones, se acabó 2016 con unos derechos de cobro de casi 150 millones, es decir, un 15% más de la previsión. Esto ha sido posible por la limitación o supresión de las bonificaciones y exenciones que estaban vigentes.
Algo parecido ha ocurrido con el impuesto que grava la contaminación de las aguas. El equipo de Hacienda estimó que se ingresarían 55,4 millones, pero finalmente fueron 62,2. Gimeno señaló que para evitar sorpresa optó directamente por no incluir el cobro en la capital aragonesa, pese a entrar en vigor el año pasado, por la negativa del equipo municipal a facilitar el padrón fiscal para efectuar su cobro.
La obsesión de Gimeno era clavar el capítulo de ingresos para que no se desbocara el déficit. Y ha logrado mejorar las previsiones en la práctica totalidad de los impuestos y tasas. Las únicas excepciones son dos impuestos que van ligados, los que gravan las Transmisiones Patrimoniales y los Actos Jurídicos Documentados.
El consejero de Hacienda no lo achaca a la subida fiscal, sino al hecho de que el mercado inmobiliario no se haya comportado como se preveía y que el mayor número de operaciones de compra-venta hayan sido por viviendas de un importe inferior y se frenara las de mayor valor, que están más gravadas. «He pedido un informe para estudiarlo al detalle, pero está claro que no preveíamos una bajada de precios», dijo.
No obstante, el consejero socialista subrayó que Aragón cobra menos por el impuesto de Transmisiones que la media autonómica.
Igualmente, las tasas y precios públicos han cumplido los objetivos de recaudación. Si se preveían 60,6 millones, los derechos de cobro se han disparado en más de un tercio, hasta superar la barrera de los 88 millones.
Baja ejecución de inversiones
El consejero de Hacienda también destacó el cumplimiento en el capítulo de gastos, que ha rozado el 97%. La partida de Personal solo se ha ido en 54 millones, 14 de los cuales corresponden al pago de las nóminas de los maestros interinos que se decidió con el presupuesto ya en vigor.
Las paganas del presupuesto han sido las inversiones, puesto que solo se ha ejecutado un 81,7% de la ya de por sí recortada partida presupuestada, que retrotrajo a la Comunidad a cifras de hace dos décadas. De los 367,9 millones de crédito definitivo solo se llegaron a gastar 301.
