La Familia Real disfruta de una jornada de esquíen el valle del Aragón

La Familia Real hizo durante el fin de semana una visita privada al valle del Aragón, donde este domingo pudo disfrutar del esquí en el dominio 100 K Candanchú-Astún, en el sector Astún. Felipe VI y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía se deslizaron por las pistas de este centro invernal como una familia más, ante la sorpresa de muchos esquiadores que no dudaron en inmortalizar el momento.

Esta es la primera vez que visitan las pistas de esquí del Pirineo aragonés como Reyes y con la familia al completo, ya que la última vez que don Felipe estuvo esquiando en Aramon Formigal, en 2014, todavía era Príncipe.

"La nieve está muy buena, no se ve mucho, pero bueno...", dijo el monarca tras una de las bajadas. Este domingo estuvo nevando durante todo el día en Astún, en ocasiones con rachas de viento. "Pero esto no se puede elegir", añadió el Rey respecto a la meteorología, antes de añadir que lo estaban pasando muy bien. Tras atender a los numerosos medios de comunicación que acudieron a Astún, la Familia Real habló con los responsables de Candanchú-Astún, entre los que se encontraban el responsable de Eivasa Astún, Jesús Santacruz; el presidente de Explotaciones Turísticas de Candanchú, Fernando de Yarza; Amadeo Santacruz, vicepresidente de Eivasa; Fernando Montón, consejero delegado de Explotaciones Turísticas de Candanchú y Andrés Pita, subdirector general de Eivasa. "Estamos muy contentos y felices de que estén esquiando en Astún -explicó Santacruz-. Nos han dicho que la nieve está muy bien y que lo están pasando genial, a pesar de que nieva, pero el tiempo aguanta". "Estamos a su servicio para cuantas veces deseen repetir", añadió.P

Para la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, era la primera vez que esquiaban en Astún, pero don Felipe "ya ha estado en varias ocasiones aquí, al igual que el rey emérito", recordó. No obstante, la Reina sí que conoce Candanchú, donde aprendió a esquiar en 2004, en una visita que se produjo poco después de anunciarse su compromiso con Felipe VI. Ya es sabido que el Rey domina perfectamente el esquí, ya que lo practica desde su infancia, y se lo ha enseñado tanto a doña Letizia como a sus hijas, que demostraron lo bien que se desenvuelven deslizándose por las pistas. Una vez que finalizó la jornada de esquí regresaron a Madrid.

La Familia Real ha estado hospedada en el hotel Real&Spa Real Villa Anayet de la cadena Eizasa, en Canfranc, donde llegaron el sábado sobre las 20.30 a cenar, después de haber pasado el día en Jaca. En este hotel tenían reserva, pero a otro nombre, de ahí la sorpresa de los empleados al ver entrar a los Reyes junto a sus hijas.

"A las ocho menos cuarto nos dijeron que en una media hora venían los Reyes a cenar, y nos quedamos muy sorprendidos porque no sabíamos nada", explicó el director Javier Polo.

Para cenar degustaron las sugerencias del restaurante: sopa castellana, caracoles, alcachofas y conejo, "todo comida tradicional a la brasa". Tras pasar la noche en una ‘suite’, desayunaron junto al resto de clientes, "como una familia más", y hablaron con todo el que se les acercó. El personal del hotel también estuvo "encantado" con la visita.

El sábado los Reyes visitaron la capital jacetana, donde comieron en el restaurante Las 3 Ranas, y acudieron al Museo de Miniaturas Militares de la Ciudadela y al Museo Diocesano. Justo ahora se cumplen siete años de la visita de don Felipe y doña Letizia a este museo, con motivo de su reinauguración, tras las obras de remodelación que se llevaron a cabo. Fue un 9 de febrero de 2010, y en esta ocasión quisieron volver junto a sus hijas para mostrarles la colección del museo.