Algunas niñas son excelentes en el colegio, pero su escalada se frena muchas veces cuando son madres. Mientras, las carreras más técnicas, como las ingenierías, parecen reservadas para los chicos y aún hay familias que educan a sus varones para colaborar en casa, pero no para encargarse de las tareas en el mismo grado que las chicas. También el lenguaje tiene un doble filo: un niño es despistado, pero una niña es un desastre; un hombre es ambicioso, pero una mujer es una trepa.

En la primera reunión para la elaboración del I Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Aragón se pusieron ayer sobre la mesa muchas sensibilidades frente a un mismo problema: el del techo de cristal que no cesa.

La directora del Instituto Aragonés de la Mujer, Natalia Salvo, presidió la reunión y recalcó que el Plan que ya se prepara es fruto de un mandato que recoge el anteproyecto de Ley de Igualdad de Aragón. Se espera que en breve la norma sea remitida a las Cortes de Aragón..

El objetivo es que este plan incluya medidas concretas que desarrollen las instituciones públicas, como campañas informativas, contenidos educativos o la composición de los órganos de gobierno. Entre los asistentes estuvieron representantes de Médicos del Mundo, el Foro de Mujeres Progresistas de Ejea de los Caballeros, la Casa de Acogida de Mujeres Maltratadas o la Universidad de Zaragoza, a través de su Observatorio de Igualdad y de la Cátedra de Igualdad de Género.

Nadie puso paños calientes a un análisis social que, de momento, sigue penalizando a las niñas y a las mujeres. "La mujer sigue siendo la invisible a pesar de su incuestionable protagonismo. Sigue teniendo que demostrar el doble y es menospreciada demasiadas veces", aseguró Isabel Jiménez, de la Fundación Secretariado Gitano. En este colectivo, además, denuncian una "doble discriminación": "la de ser mujer y ser gitana".

Ana Gaspar, del Servicio de Igualdad de la Casa de la Mujer del Ayuntamiento de Zaragoza, aseguró que se está lejos de la tan perseguida igualdad. "Hay que seguir luchando porque las desigualdades existen, y en todos los ámbitos. Hay muchos techos de cristal: las niñas hacen carreras brillantes pero luego no pueden acceder a determinados puestos de responsabilidad en las mismas condiciones. También hay una tendencia a que cursen carreras menos técnicas. Desgraciadamente, se van reproduciendo todos los estereotipos", lamentó Gaspar.

La importancia de los hombres

Para que esto sea posible, se necesita el apoyo de los hombres, que también estuvieron ayer representados a través de la asociación Hombres por la Igualdad en Aragón. José María Galdo, portavoz de esta entidad, aseguró que "en estos momentos puede existir una igualdad legal, pero no real".

"La sociedad mantiene aún sus estereotipos históricos y creemos que la igualdad no será posible hasta que no exista una igualdad real de oportunidades. Por eso, es necesaria la implicación de los hombres", aseguró. "Hemos nacido en una sociedad en la que tenemos una situación de privilegio solo por haber nacido como hombres, pero el modelo androcéntrico también nos castiga a nosotros: somos educados para ser fuertes, pero no para aceptar y sacar nuestras emotividades". Por eso, todos piensan que cuando se logre la igualdad no solo ganarán las mujeres, sino también los hombres.

Este plan está incluido en el anteproyecto de Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Aragón, que llegará en breve a las Cortes y que recibió 730 aportaciones en su proceso de participación. "El fin de todo esto es avanzar hacia una sociedad aragonesa más libre, justa, igualitaria, democrática y solidaria", añadió la directora del Instituto de la Mujer.