Si antaño estaba de moda robar los radiocasetes de los coches, ahora los amigos de lo ajeno buscan los catalizadores de los vehículos para obtener los metales preciosos de estas piezas: platino, radio y paladio. 

La banda desarticulada por la Guardia Civil que se dedicada a robar catalizadores de vehículos quitaba esta pieza que sirve para reducir el impacto ambiental de las emisiones contaminantes nocivas de los vehículos.

Así, produce modificaciones químicas en los gases de escape de los automóviles antes de liberarlos a la atmósfera, es decir, permite reducir la emisión de gases contaminantes como los óxidos de nitrógeno y el monóxido de carbono.

Como la pieza no está a la vista, sino en los bajos del vehículo, que además sigue funcionando, el conductor tarda en ser consciente de que se la han robado, lo que juega a favor del ladrón (o los ladrones, porque suelen actuar cuatro: uno conduce el vehículo en el que se carga la mercancía, otro vigila si viene alguien y los otros dos roban las piezas).

Por si fuera poco, el precio de los catalizadores es alto: entre 300 y 500 euros la pieza. Y aunque entra en el seguro, normalmente cuando lo aparcas en la calle accesible a los ladrones ya lo tienes a terceros.

Además, en los desguaces es difícil encontrar catalizadores precisamente por la oleada de robos que hay y porque tampoco se libran de las visitas de estos delincuentes.