Monedero estuvo ayer en Zaragoza para preparar los debates para Vistalegre, pero también para demostrar su apoyo a Iglesias y a la gestión de Echenique al frente de Organización.

¿Hay riesgo de fractura en Podemos?

El reto es representar la fractura. En 2017, los partidos no pueden exigir a nadie el monolitismo del siglo XX. No hay una única ventana en un ordenador ni un solo partido que no deba ser plural. La disidencia va a formar parte de la cotidianidad de las formaciones.

¿Y no están los partidos para ser capaces de alcanzar acuerdos?

Por eso son cosas de familia. Si no hay compatibilidades es que eres de otra familia. En el nacimiento de Podemos se parte de la superación de la vieja izquierda, de las contradicciones. Somos capaces de representar distintas miradas, de consensuar.

¿Seguro? No da esa impresión ante la guerra interna que hay para luchar por el poder ante Vistalegre II.

Lo que tenemos que hacer es clarificar esos debates. Han sido tres años intensos y a mucha velocidad. Ha faltado tiempo para debatir esos elementos. Tiene sus ventajas, pero también inconvenientes. Son cinco millones de votos y hemos roto el bipartidismo, pero a veces una caries te hace perder la muela.

¿Y de que valen cinco millones de votos si al final los cambios y los avances sociales los hacen los demás, el bipartidismo?

Las dos grandes tradiciones europeas, la liberal y la democrática, se han ido mestizando en el siglo XX. El problema es que ante cada crisis, el liberalismo se desprende de lo democrático y expulsa a muchos seres humanos de la condición de ciudadano. Eso está pasando ahora. Y el sistema responde diciendo que no hay solución o bien construyendo una gran coalición (PP, PSOE) para cercenar sus derechos. Eso, Podemos no lo puede apoyar. Somos la única alternativa.

¿Y por qué Podemos no pactó una coalición de izquierdas con el PSOE?

No, porque era darle la razón a la gran coalición y perpetuar el sistema. Era un recambio, no un cambio. No se puede pactar con un PSOE entregado al PP.

En Aragón, la izquierda suma mayoría absoluta. ¿Por qué Podemos se niega a pactar con el PSOE y la izquierda?

Porque desde los años 80, la socialdemocracia renunció a ser socialista. Es necesario que el PSOE recupere su condición de izquierdas para ese pacto. Y para eso tiene que reinventarse. Lambán está con Susana Díaz, a favor de los recortes y en contra de revocar las reformas laborales. Está al servicio de las misma políticas que el PP. Y por eso, sin cambios, Podemos no puede apoyarlo. En el PSOE no hay cuadros que no vengan del propio partido desde hace veinte años y eso crea burocracia y redes clientelares. Lambán quiere negociar un salvoconducto, y eso Podemos no se lo va a dar.

¿Pablo Echenique es más importante como secretario de Organización o como líder de Podemos en Aragón?

No es incompatible.

Desde Podemos Aragón han pedido la incompatibilidad de cargos, lo que indica claramente que ven dificultades.

Es que hay gente que quiere hacer cláusulas anti-Echenique, como ya lo intentaron contra Iglesias o contra mí. Desde que Pablo Echenique se hizo cargo de la secretaría de Organización, las cosas funcionan con eficacia.

¿Si hay pacto en Vistalegre II será un reparto de poder entre Iglesias, Errejón y los anticapitalistas o un proyecto común de partido?

Pablo Iglesias ha ofrecido unidad sobre la base de un programa político destinado a vencer al PP. No quiere baronías ni favorecer a sectores concretos. Quiere un proyecto para ganar al PP y construir un partido político del siglo XXI.