El número de llamadas realizadas al Teléfono de la Esperanza Aragón ha pasado de unas 9.000 en 2009 a poco más de 3.000 el año pasado, lo que supone una disminución del 66,7% en 7 años.

Pilar Montijano, presidenta de esta ONG fundada en 1971 y declarada de utilidad pública en 1972, explica que el cambio se debe a la aparición y consolidación de las redes sociales, ya que "hacen compañía".

"La mayoría de las personas se ponen en contacto con nosotros por soledad, y muchas ya no se sienten así desde que pueden conversar con otros mediante estas plataformas", comenta, y asegura que la caída ha sido "progresiva" desde la puesta en marcha de las aplicaciones de mensajería instantánea.

"De las 9.000 llamadas que registramos en 2009, pasamos a unas 7.000 en 2010, a 6.000 en 2011, a 4.000 los siguientes años, y a poco más de 3.000 en 2016", esgrime. Resalta, eso sí, que la reducción se ha producido en la mayoría de las comunidades españolas, ya que las 94.600 llamadas registradas en el ámbito nacional en 2015 han dado paso a las 91.037 de 2016.

En este último periodo -apostilla Montijano- la organización de la Comunidad ha recibido una media de 300 llamadas mensuales; una cifra que incrementó de forma ligera a finales de año.

Más llamadas en Navidad

"En diciembre, realizamos 40 atenciones más debido a la celebración de la Navidad; un incremento poco destacado, de todas formas", interpreta. Sí advierte, en cambio, que los motivos de las llamadas se repetían con frecuencia en esas fechas.

"Las personas llamaron, sobre todo, al día siguiente de Nochebuena y Navidad, porque se sintieron solas en esas celebraciones o porque sufrieron discusiones familiares", cuenta.

Marta –cuyo nombre real prefiere no decir para mantener el anonimato exigido por la ONG- es psicóloga voluntaria de esta organización desde hace varios años. Desvela que el perfil de quien llama es variado, aunque "la base de todas las llamadas" es la soledad.

"Son personas que se han quedado realmente solas porque pertenecían a familias muy reducidas, o porque tienen una mala relación con sus familiares", dice, y comenta que la mayoría tienen entre 30 y 60 años de edad.

El Teléfono de la Esperanza Aragón (976 23 28 28), ubicado en la zaragozana calle de Lagasca, cuenta con un equipo de 66 voluntarios. De ellos, 46 son personas que, tras recibir un curso anual de psicología y comunicación facilitado por la organización, atienden las llamadas.

Otros 20 son profesionales –15 psicólogos, 3 abogados, un orientador familiar y un trabajador social- encargados de realizar un seguimiento posterior en la oficina a todos aquellos que lo requieren tras la llamada.

Desde la organización mantienen que el número de personas que les transmiten ideas suicidas es reducido. De hecho, de todas las que se pusieron en contacto con el Teléfono de la Esperanza en España en 2016, solo 1.517 (1,6% del total) presentaban estos pensamientos y 32 ya habían iniciado un intento de quitarse la vida.

El suicidio es, con una media de 10 casos al día, una de las principales causas de muerte en nuestro país, por delante de los accidentes de tráfico. Cada año se quitan la vida alrededor de 4.000 personas, el 90% de las cuales padecen algún trastorno psicológico, sobre todo depresión.