El alza de los carburantes encarece los gastos de calefacción un 30% respecto al año pasado

Los administradores de fincas calculan que puede suponer unos 20 euros al mes para un piso de 80 m2. Los transportistas piden una regulación porque llenar el depósito les costará 940 euros más al mes.

Varios conductores, ayer por la tarde en la estación de servicio del paseo de la Mina.
El alza de los carburantes encarece los gastos de calefacción un 30% respecto al año pasado
Jorge Alonso

El alza internacional del precio de los carburantes tiene un impacto directo sobre el bolsillo de los aragoneses. Solo calentar una vivienda en las mismas condiciones que hace un año cuesta ahora un 30% más al haberse disparado el gasóleo, lo que supone que el coste se haya encarecido unos 20 euros al mes para un piso medio de 80 metros cuadrados de superficie, según los cálculos de los administradores de fincas. En previsión de que la escalada del gasóleo continúe en los próximos meses, tal y como auguran todos los expertos, los profesionales están preparando ya presupuestos para las comunidades de vecinos en los que se recogerán los incrementos para este año.


El presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Aragón, Miguel Ruiz Lizondo, señaló que la subida "va a hacer pupa" porque la calefacción supone el 40% del coste total del recibo de las comunidades con servicios centralizados. "Y se va a poner peor, por lo que se va a tener que trasladar la subida al recibo porque con la tesorería de la que dispongan no se podrá absorber", explicó antes de recordar que el litro salía hace un año a 0,50 euros y ayer estaba a 0,65.


Varios profesionales consultados indicaron que lo mismo pasa con el gas, cuya factura se fija trimestralmente y que se incrementará un 20% en este inicio del año. "El impacto de la subida del carburante y del gas es directo. La cuota para un piso de 80 metros cuadrados pasará de 98 a unos 120 euros al mes, sin contar con otros servicios que también van a subir, como los de portería y conserjería", añadió Moisés Puebla, que lleva una de las comunidades más grandes de la ciudad, la de un sector del Parque Roma, con 2.000 vecinos.

Queja de los transportistas

La última subida en las gasolinas se registró durante las pasadas fiestas navideñas, con otro 4%, que ha puesto los precios a niveles del verano de 2015 y que está provocando un profundo malestar en uno de los colectivos más castigados, el de los transportistas. La gerente de la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime), María José Pardo, reclamó ayer a la Administración que regule el mercado, puesto que ellos no pueden repercutir el incremento de los costes al cliente.


Pardo detalló que un camión consume de media unos 4.500 litros al mes, lo que implica que los empresarios deberán desembolsar 5.229 euros si se mantienen los precios vigentes. "Esto supone 940 euros más que a finales de diciembre de 2015, antes de que comenzara el alza en los precios con la imposición del tramo autonómico, al que luego se ha añadido un incremento del valor del crudo", dijo tras explicar que los cálculos están basados en el promedio oficial del coste del litro de gasoil.


El impacto no deja lugar a la duda. Llenar el depósito de mil litros de un tráiler de 40 toneladas costaba 953 euros a finales de 2015 (el litro estaba a 0,953 euros), pero hacerlo a principios de este año se elevaba ya a 1.162 euros (1,162 euros por litro). "No podemos servir de colchón para absorber las subidas, porque el sector se tambalea. Con la crisis cayeron muchas empresas y ahora con la continua alza de precios del carburante, que supone un 40% de nuestros costes, sufrimos de nuevo la asfixia", lamentó la gerente de Tradime.


El impacto se extiende igual a los conductores cuando repostan en las estaciones de servicio. De media, llenar el coche se ha encarecido entre 8 y 9 euros en función de si es gasolina o diésel si se comparan los precios vigentes con los de hace un año. A la aplicación del tramo autonómico del impuesto en Aragón a principios de 2016, que supuso 2,4 céntimos, se sumó la escalada del precio del crudo a partir de noviembre.


La presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón (Aesar), Pilar Soto, apuntó que la decisión de los países productores de reducir la producción ha supuesto un alza en el barril de Brent, el de referencia en el mercado internacional y que fija el coste: ha pasado en un año de 33,3 a 55,5 euros. Y a ello se une el hecho de que el dólar esté más fuerte, lo que encarece también la compra del crudo. "Esto se traslada finalmente al surtidor, donde se han alcanzado los máximos del verano de 2015 pese a ajustar los pequeños márgenes que tenemos las estaciones de servicio", dijo.

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