¿Por qué Manolo Escobar tiene una calle en un pueblo de Teruel?

El cantante almeriense tuvo durante su carrera un vínculo especial con la localidad turolense de La Cuba y también con Escatrón, en la provincia de Zaragoza.

¿Por qué Manolo Escobar tiene una calle en un pueblo de Teruel?
¿Por qué Manolo Escobar tiene una calle en un pueblo de Teruel?
Ayuntamiento de La Cuba

Fueron muchas las ocasiones en las que el cantante almeriense Manolo Escobar, fallecido en 2013, actuó en varios puntos de Aragón. Su huella aún permanece en la Comunidad, e incluso su canción 'Mi carro' comenzó a sonar por megafonía desde hace unos años para advertir a los vecinos de varias poblaciones aragonesas cada vez que personas de aspecto sospechoso pululaban por su casco urbano.


Hasta una calle lleva su nombre en una localidad turolense, y todavía permanece el recuerdo de una fábrica de pantalones instalada en el municipio zaragozano de Escatrón en los años 70, de la cual Escobar era uno de los socios. Un negocio que casi le costó la ruina.


En el año 1978, Manolo Escobar se encontraba en el apogeo de su carrera. Triunfaba en los escenarios de toda España y también en el cine con títulos tan socarrones como 'La mujer es un buen negocio', 'Préstamela esta noche' o 'Donde hay patrón...'. El 24 de julio de aquel año, lunes, se celebraba en la plaza de toros de Zaragoza una gala musical con “El ídolo de todos los públicos”, Manolo Escobar, acompañado de “La máxima figura de la canción española”, Maruja Lozana y otros artistas, tal y como rezaba la publicidad de la época.

"Tienes que venir a mi pueblo"

Apenas un mes después, Escobar volvía a tierras aragonesas para ofrecer un concierto en una pequeña localidad turolense, La Cuba. Días antes, el 13 de agosto, había sido nombrado hijo adoptivo. “A partir de entonces una de las calles de La Cuba paso a llamarse 'Calle Manolo Escobar'. Este gran artista actúo en La Cuba haciendo las delicias de sus habitantes y convirtiendo al pueblo por un día en el centro de todos los pueblo de alrededor”, según detalla el Ayuntamiento de La Cuba en su página oficial.


Manolo Escobar, en La Cuba



“Se pagó a la orquesta y a sus hermanos, que le acompañaban en los conciertos pero él declinó cobrar su parte y la donó al pueblo, -recuerda un vecino de la localidad que prefiere no revelar su identidad y que fue testigo de aquel acontecimiento-. Cuando llegó, como no había casi coches y llevaba un Mercedes lo aparcó en una cochera del actual hotel El Cantón Rural".


El motivo de que Manolo Escobar actuase en La Cuba fue que “un hijo del pueblo era empresario de varias plazas taurinas, entre ellas la de Morella. En aquel tiempo, además de espectáculos taurinos también llevaba allí a artistas importantes. Le llamaban Lazarito. Y por aquel entonces contrataba bastante a Manolo Escobar. Le dijo: 'Tienes que venir a mi pueblo'. Y al final Escobar aceptó la invitación”, recuerda el vecino.

Visita de Manolo Escobar a Escatrón?

Hacia el año 1976, la empresa Confecciones Busson instaló en la localidad zaragozana una fábrica de pantalones. El responsable de la factoría “provenía de la localidad tarraconense de Batea y cuando se inició la actividad no había ninguna nave en Escatrón para acometer el proyecto que tenían, así que comenzaron en la escuela de párvulos que estaba libre. Allí empezaron a trabajar unas 12 o 14 mujeres”, explica Bautista Antorán, vecino de Escatrón y estudioso de la historia de esta localidad.


La empresa fue prosperando y el Ayuntamiento vendió un terreno a Busson “por un precio social. Entonces, no teníamos ni idea de que Manolo Escobar era uno de los socios”, añade. Se construyó en él la nave y empezaron a trabajar en los años sucesivos entre 30 y 40 personas hasta llegar a las 60. Eran mujeres, en su mayoría, y algunos mecánicos. Entre las trabajadoras, se encontraba Mari Carmen Aguerri, presidenta de la Asociación de Mujeres Virgen del Pilar, quien también ha sido alcaldesa de Escatrón durante 8 años.


Manolo Escobar, en Escatrón



Sin embargo, en el año 80, el negocio empezó a ir mal. Previamente, Manolo Escobar hizo una visita a la fábrica: “Vino y nos presentó lo que había allí. Le sacamos una guitarra y nos cantó unas canciones”, cuenta Antorán.


Ante la imposibilidad de Confecciones Busson de reflotar la empresa se hizo cargo de esta Talleres Confecciones Chueca, de Híjar que, además de pantalones, se dedicaba a la fabricación de otras prendas. “Funcionó un par de años, pero no como se esperaba y Chueca también desistió. Después se creó la Cooperativa Santa Lucía en el mismo edificio, que aguantó hasta 1985. Trabajaban casi medio centenar de personas, algunas de ellas provenían de Castelnou. Según acta del Ayuntamiento de Escatrón, el 31 octubre de 1980, Busson se deshizo finalmente de la fábrica y el Consistorio le compró la nave por 3,5 millones de pesetas”, relata Antorán.


La quiebra y el cierre de la fábrica de pantalones no solo supuso un mazazo para la localidad zaragozana, que vio como muchos de sus vecinos perdían su puesto de trabajo. También fue un fuerte varapalo económico para Manolo Escobar, al contraer una deuda millonaria que estaría pagando durante buena parte de su carrera. Tras el cierre definitivo, la antigua fábrica fue convertida por el Ayuntamiento en un local social para el municipio.

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