Sanidad cierra el año con más de 200 multas a locales por incumplir la ley antitabaco

Los inspectores ya han llevado a cabo 25.000 controles a establecimientos. De los expedientes sancionadores, 123 han sido graves y 92 leves.

Los inspectores de Salud Pública controlan que los establecimientos respeten la ley.
Sanidad cierra el año con más de 200 multas a locales por incumplir la ley antitabaco
Aránzazu Navarro

Casi seis años después de su entrada en vigor, la ley antitabaco está plenamente implantada, pero los responsables sanitarios continúan sin bajar la guardia. Los inspectores de la dirección de Salud Pública siguen comprobando a diario que bares, restaurantes y locales cumplen con la normativa y se prohíbe fumar. A punto de finalizar el año, ya han hecho cerca de 25.000 inspecciones y han abierto 215 expedientes sancionadores, de los cuales 123 han sido graves? y 92 leves (normalmente por el tema de cartelería).


De los cerca de 25.000 controles, 18.000 se han hecho a establecimientos de la capital aragonesa, unos 4.000 de Huesca y 2.930 de Teruel. Si finalmente el propietario no corrige las deficiencias, las multas pueden ir de entre los 30 y los 600 euros (las leves) hasta entre los 600 y los 10.000 (las graves) –estas últimas pueden conllevar también el cierre del local–. Aunque las inspecciones han aumentado, los expedientes se han mantenido más o menos estables a lo largo de los últimos años.


Los propietarios de los establecimientos de hostelería, muy reacios al principio, ya han aprendido a convivir con la ley. Al menos, la mayoría. Han encontrado en las terrazas al aire libre su principal aliado y en los últimos años han proliferado para dar una alternativa al cliente que quiera fumar.


Entre un 95% y un 98% de los establecimientos cumplen con la normativa y solo se ha percibido una pequeña relajación en aquellos del ámbito rural, algunos bingos o bares que a última hora bajan la persiana y permiten fumar a clientes. En el ámbito sanitario también hay algunos aspectos por mejorar. Los hospitales son espacios sin humo, pero todavía hay lugares de estos centros sanitarios que escapan al control de los responsables (escaleras, baños, despachos...).Descenso de las ventas


Aunque no se creó con ese objetivo, la ley antitabaco también ha animado a mucha gente a dejar de fumar o a evitar recaídas ya que, según los expertos, un 25% de estas se producían a raíz de eventos festivos en espacios cerrados. Las cifras revelan que desde que entró en vigor esta nueva normativa, en 2010, la venta de cigarrillos se ha reducido hasta un 40%. "Aunque la disminución del número de fumadores no es proporcional, sí que han bajado considerablemente", asegura el delegado en Aragón del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, Rodrigo Córdoba.


Las cifras del Ministerio de Hacienda reflejan esa disminución de las ventas. Si hasta el 30 de noviembre de 2016 se habían vendido en Aragón 67.105.301 millones de cajetillas de tabaco, en el mismo periodo del año pasado el volumen fue de 67.350.212 millones.


Además, el perfil de los fumadores también ha cambiado. Las campañas sobre los riesgos de esta práctica han dado sus resultados en algunos grupos. Si durante años fue notable el incremento de mujeres que se sumaban a este hábito, ahora este porcentaje se ha estancado e incluso tiende a disminuir. Sin embargo, según explica Córdoba, todavía están sufriendo las consecuencias tardías de esta adicción, ya que está creciendo considerablemente el número de cánceres de pulmón en este colectivo.


"Incluso dentro de unos años podrían superar a los de mama. Son las consecuencias tardías", puntualiza el delegado de este comité en Aragón. La percepción sobre los riesgos presentes y futuros del tabaco también ha calado de lleno en los adolescentes. En 2004, un 22% de los jóvenes entre 14 y 18 años fumaban a diario, mientras que en 2014 eran un 9%. "Se ha mejorado bastante, pero todavía tenemos un largo camino por recorrer. En Australia solo fuman un 4% de esa edad", señala Córdoba.


Entre las metas que se marcan los grupos que luchan contra esta adicción, se encuentra la de exigir un etiquetado genérico en el que desaparezca el logo, tal y como reivindica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hay países en los que se ha conseguido. En Australia se implantó en 2012 y otros como Reino Unido, Irlanda y Francia han aprobado la medida y tienen un año para aplicarla. Sin embargo, aquí no se ha logrado cumplir ni la directriz europea que implica que el 65% del espacio de las cajetillas esté libre de logos.

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