El coro ruso ya cantó 'Aragón la más famosa' en 1984, en Zaragoza

Actuó por primera vez en la capital aragonesa en el Palacio de los Deportes (el Huevo) e interpretó la 'Jota Aragonesa', de Bretón, como parte de su repertorio.

El coro ruso ya cantó 'Aragón la más famosa' en 1984, en Zaragoza
El coro ruso ya cantó 'Aragón la más famosa' en 1984, en Zaragoza

Hace apenas un mes fueron noticia cuando una de sus actuaciones, en la que interpretaban 'La Gran Jota de la Dolores', se hizo viral en internet. El vídeo había sido grabado en uno de sus últimos conciertos en la sala P. I. Tchaikovsky. En ella, el popular coro del Ejército ruso entonaba una versión propia de la 'Jota Aragonesa', de Tomás Bretón, a cargo del solista Vladislav Golikov.


Ahora la triste noticia del fallecimiento de los integrantes del coro del Ejército ruso en el accidente aéreo ocurrido el día de Navidad en el mar Negro ha hecho enmudecer al mundo entero.


Entre los fallecidos también está Vladislav Golikov, el solista de coro que interpretaba la jota 'La Dolores' que todavía circula por Youtube y que ya va por las 490.000 visitas.


Pero la relación del coro del Ejército ruso con Aragón y la música española viene de lejos, y no es la primera vez que en sus conciertos han cantado canciones con aire aragonés como la citada 'Jota Aragonesa'. También se han atrevido con 'Gigantes y Cabezudos' además de otras piezas del repertorio nacional como 'Asturias', 'Granada' o 'Amapola', entre otras.


Junto al repertorio basado en el folclore y la música rusa, a lo largo de sus actuaciones por diversos países también incorporaban temas en diversos idiomas, lo cual provocaba un efecto sorpresa que desataba la emoción entre el público.

Primera visita a Aragón

Así ocurrió en la gira en la que recalaron por primera vez en Zaragoza, en 1984. Ese año los anunciados entonces como coros, ballets y orquesta del Ejército ruso, con una formación de más de 200 componentes dirigidos por el general Boris Alexandrov -hijo Alexander Alexandrov, fundador de esta formación- actuarían en el Palacio de los Deportes de Zaragoza (conocido como el 'huevo') los días 3, 4 (22.30) y 5 de septiembre, despedida con doble función (19.00 y 22.30).


La expectación previa al concierto también derivó en controversia, ya que la complejidad del montaje del escenario en el recinto escogido fue motivo de malestar en el seno deportivo. Por entonces, en el Palacio de los Deportes se ubicaba la cancha del CAI Zaragoza, donde 10 meses antes -el 1 de diciembre-, había ganado la Copa del Rey frente al Barcelona (81-78) y los preparativos en el pabellón trastocaban un tanto los entrenamientos de pretemporada del conjunto aragonés.


Aquel año la gira de los coros, ballets y orquesta del Ejército ruso desembarcó en España de la mano de Javier Fleta, hijo del tenor aragonés Miguel Fleta, que en aquel momento estaba a cargo de la dirección artística y de contratación exterior de la empresa de espectáculos Feijoo-Castilla-Fleta e incluyó a Zaragoza entre los ciudades en las que actuarían.


Coro del Ejercito ruso

"Nuestro 'fondo de oro'"

El subdirector artístico de los coros y ballets del Ejército ruso, Anatoli Kompaniets, había avanzado días antes de los conciertos en Zaragoza que “a la cita con el público español acudimos con lo mejor de nuestro 'fondo de oro'. Para esta gira hemos preparado catorce canciones en castellano, algunas de autores españoles. Nuestro director, Boris Alexandrov, ha creado expresamente una composición vocal, 'Que te acompañe la paz, tierra española', que ofrecemos en nuestras actuaciones aquí”.


Aún así, el público que acudió aquel lunes, martes y miércoles de septiembre de 1984 a ver las actuaciones en el Huevo no podía imaginar la emoción que iba a sentir al escuchar aquellas canciones del repertorio, y mucho menos aún, el momento cumbre, la interpretación de la 'Jota Aragonesa'.


Entonces no existía internet ni Youtube, pero quienes presenciaron aquellas actuaciones todavía recordarán la exaltación que, por inesperada y por la calidad del coro, provocó entre el público.


Las páginas de HERALDO recogían lo vivido en las actuaciones del coro durante los dos primeros días: “Sabe llegar a todos los públicos, como ante el de Zaragoza lo demostró, plenamente. Es de agradecer el interés de ofrecer músicas, también realizadas con el mayor esmero y pulcritud, como pueden ser 'Granada' o 'Amapola', de estilo español, y nuestra jota, en este caso la de Bretón, dicha con el mejor acento y rasmia a la hora de encauzar el ritmo”.

"¡Bravo, bravooo!"

Las palabras eran del crítico musical de HERALDO, Eduardo Fauquié, cuya crónica concluía: “La velada transcurrió en continuas ovaciones por parte de un público que supo valorar y reconocer lo que supone esta muestra magnífica de arte popular realizado a un máximo de dignidad y entusiasmo”.


Pese a las ovaciones, los 'Bravo, bravoooo' que profería un público en pie, entregado, y el éxito de aquellos conciertos, el coro del Ejercito ruso no volvería a actuar en la capital aragonesa hasta 5 años después, en 1989, en el Teatro Fleta; y otro lustro después, repetirían en la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza en el año de su inauguración, un escenario que visitaron después en varios ocasiones.


Pero la 'conexión' de Aragón con el coro del Ejército ruso aún es más lejana, y en ella tiene que ver el compositor Mijail Glinka (1804-1857) y su visita a España. Aquí descubría una música con la que quedó fascinado y que incorporaría en su obra 'La jota aragonesa' y en 'Las oberturas españolas', difundiendo así en Rusia una serie de composiciones influidas por el folclore español.

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