El cambio de jornada vuelve a enfrentar a las familias en los colegios aragoneses

El voto negativo de los representantes de los padres y las diferentes opiniones fracturan la convivencia. Unos 200 centros podrían participar en el nuevo proceso.

Protesta en un colegio aragonés durante el proceso del curso pasado.
El cambio de jornada vuelve a enfrentar a las familias en los colegios aragoneses
Guillermo Mestre

Decenas de colegios aragoneses han empezado ya a celebrar consejos escolares extraordinarios para decidir si participan en la nueva convocatoria para cambiar su jornada. Urge celebrarlos cuanto antes, ya que el proceso vuelve a tener unos plazos escasos: se abrió el día 12 de diciembre y el proyecto debe presentarse como límite el 24 de enero. Aunque la nueva orden incluye algunas novedades (por ejemplo, el doble voto de las familias monoparentales) mantiene uno de los puntos más controvertidos: en los centros públicos son los representantes del claustro, las familias y el Ayuntamiento los que votan y deciden si el proceso se inicia o no. Y como la mayoría de los padres están muy posicionados, vuelven los problemas.


El colegio público Ramón Sáinz de Varanda ya fue noticia el curso pasado, cuando los cinco representantes de las familias decidieron votar que no al cambio. Cuando esto sucede, el proceso ni siquiera se inicia. En una carta que hicieron pública ante el enfrentamiento que su decisión causó, alegaron motivos como que los plazos eran demasiado ajustados y no dejaban tiempo para un debate calmado y que era imposible convocar una comisión representativa y plural para trabajar en un proyecto de calidad.


Esta opinión fue compartida por más colegios aragoneses, que decidieron posponer el inicio del proceso hasta el 2016/2017. No obstante, todos deben volver a celebrar la votación para que sea válida. La Plataforma que apoya la jornada continua no tiene datos seguros, pero estima que este curso podrían ser unos 200 los colegios aragoneses que se sometan al proceso.

Votación en el consejo

Ahora, los padres y madres del Sáinz de Varanda que integran el consejo escolar han vuelto a dar carpetazo a la posibilidad de que se inicien los pasos, lo que ha caído como un jarro de agua fría entre las familias que sí desean que se haga una votación.


En el consejo hay catorce votos (pueden ser secretos) y se necesitan al menos diez afirmativos. Cinco pertenecen a padres o madres –uno de ellos representa a la Ampa–, siete son de maestros (cinco profesores más los del jefe de estudios y el del director), otro es el del oficial de mantenimiento del colegio y el último, el de un representante municipal.


En el Sáinz de Varanda, la Ampa hizo un sondeo previo no vinculante entre las familias en el que 92 padres se decantaron por no cambiar jornada y 84 por sí hacerlo. Por eso, el representante del Ampa votó que no, tres padres se abstuvieron (cuenta como un no) y otro no se presentó.


Los que defienden que el proceso se abra y las familias lleguen a votar se muestran "indignados" y opinan que cinco padres no representan a los demás. "Ya el sondeo estuvo muy ajustado", lamentan. "Nos parece un error que Educación decida nuevamente este sistema para iniciar el proceso, igual que nos parece que ligarlo a la innovación es otro error", explican.


Además, la decisión ha generado no pocos conflictos de convivencia entre las dos partes que, según los afectados, incluso se trasladan a los niños y que han enrarecido la convivencia entre los padres. En mayor o menor grado, esto ha sucedido en muchos centros.


"Algunas familias arremeten contra el equipo directivo o en el patio ya ni se saludan entre ellas, haciendo a los alumnos rehenes de esta situación o incluso excluyéndolos", afirman las mismas fuentes.

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