Aragón encabeza la tasa de pluriempleo en España con más de 18.700 trabajadores

El 3,5% de los ocupados tienen un segundo desempeño. Sólo Navarra iguala este porcentaje.

El sector servicios es uno de los que más contratos acumula, pero en precario.
El 2,5% de los trabajadores del sector servicios tienen un segundo empleo
Mario Tejedor

Tener un segundo empleo es algo habitual para más de 18.700 aragoneses que necesitan una vía de ingresos adicional para llegar a fin de mes o acercarse a la cifra que aspiran a aglutinar en sus cuentas corrientes. Aragón encabeza, junto a Navarra, la tasa de pluriempleo en España, con sendos porcentajes del 3,5% de las afiliaciones a la Seguridad Social, según los datos facilitados por Asempleo, asociación que agrupa a las principales empresas de trabajo temporal y agencias de colocación del país.


Aragón y la vecina Navarra destacan por ser las comunidades con mayor proporción de ocupados con dos empleos (3,5% del total en el pasado 2015, último año escrutado) y contrastan con otras como Extremadura o Cantabria, donde menos trabajadores afrontan una situación de este tipo (alrededor de un 1,5% del total en el mismo período).


"Los ocupados con empleo secundario son frecuentes en aquellas autonomías donde existe un mayor número de trabajadores con alto nivel educativo y donde se soporta una menor tasa de paro, siendo claros indicativos de la probabilidad de encontrar un puesto de trabajo secundario", indican desde Asempleo.


La evolución interanual, sin embargo, apunta a que el incremento de ocupados con dos empleos ha sido y es mayor donde menos proporción existe de este colectivo, lo que aumentará la relevancia del mismo allí donde todavía es modesto. Este es el caso de Asturias o Andalucía, regiones donde los doblemente ocupados se incrementaron un 60% y 40% en el lapso estudiado. Es decir, la previsión para Aragón es que el porcentaje de pluriempleados crezca durante los próximos meses en menor medida que en otras comunidades autónomas.


Al igual que ocurre con la parcialidad, el empleo secundario está mucho más extendido en el conjunto de la Unión Europea que en España. Mientras que en la segunda los ocupados con dos empleos representan el 2,2% del total del tejido laboral, en la UE prácticamente se duplica esa proporción. Hay que destacar también que esa brecha respecto a la media europea se ha ampliado durante la crisis como consecuencia de la dificultad de encontrar, ya no sólo un empleo secundario sino, incluso, uno principal.Mujer con estudios

El perfil del trabajador capaz de compaginar dos puestos es, por lo general, el de una mujer con un alto nivel de formación. Según apunta el estudio de Asempleo, "las mujeres suelen optar de forma más frecuente por las jornadas parciales y la combinación de varios puestos de trabajo con estas características que les permitan, entre otros motivos, atender y cuidar a sus familiares". En 2015, el 2,6% de las españolas tenía dos trabajos, mientras que en los hombres españoles este porcentaje representaba el 1,9%.


Por otro lado, una alta formación ofrece una mayor probabilidad de encontrar un empleo e incluso compaginar varios puestos de trabajo, ya que, en definitiva, es un indicativo de las capacidades o habilidades laborales del trabajador. En el período de estudio, la proporción de ocupados con alto nivel de formación que tenía dos empleos representaba el 3,1%, mientras que sólo un 1,6% de los que tenían una baja cualificación lograba compaginar dos puestos.


El tipo de ocupación de partida guarda una estrecha relación con la cualificación, ya que es más frecuente tener un empleo secundario entre los trabajadores que desempeñan un empleo principal de directivo o profesional que entre los que desarrollan un trabajo básico (3,8% y 1,9% sobre el total de ocupados en estos colectivos, respectivamente). Las habilidades adquiridas en estos puestos les permiten extrapolarlas a otros ámbitos.


Por sector económico, es más habitual un empleo secundario en la agricultura o en los servicios (3,5% y 2,5% del total de ocupados, respectivamente) que en la industria o la construcción (0,6% y 0,7%). La parcialidad y la temporalidad asociadas a este tipo de actividades económicas hacen que este fenómeno sea más frecuente.

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