Fumar tabaco de uso agrícola, lo último del mercado ilegal

La Guardia Civil detecta el consumo de hojas no aptas para humanos que se adquieren por internet.

La hoja de tabaco, cada vez más presente en los canales de contrabando españoles
La hoja de tabaco, cada vez más presente en los canales de contrabando españoles
G. Civil

La fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y las autoridades sanitarias han detectado en los últimos meses un incremento del consumo ilícito de tabaco de uso agrícola, es decir, no apto para humanos. Se trata de la última tendencia en el mercado negro de un sector que viene denunciando pérdidas millonarias por culpa de la crisis, el contrabando y la subida de impuestos como la anunciada por el Gobierno el pasado día 30.


En este caso, los fumadores se hacen con hojas de tabaco comercializadas a granel a través de internet por menos de 20 euros el kilo. El problema radica en que estos productos no están destinados al consumo de cigarrillos sino, entre otros, para uso agrícola como repelente natural contra la oruga, el pulgón y otras plagas. Sin embargo, en estos portales web -que se encuentran con una simple búsqueda-, se llegan a ofrecer con fines “medicinales”, para realizar “manualidades”, producir “licores” y para el “consumo humano”.


El último caso se destapó este jueves en León, donde la Policía Local precintó un club de fumadores donde se consumían hojas de tabaco destinadas a uso agrícola que ellos mismos picaban. En el local se encontraron una báscula y una trituradora de hoja, tres sacas de hoja de tabaco sin ningún tipo de etiquetado, seis sacos de tabaco picado carentes de timbrado o etiquetado y 1.080 cigarrillos sin empaquetar.


La operaciones policiales de este tipo se suceden, y desde Altadis ya apuntan a un cambio en las tendencias de contrabando, que se estaría inclinando hacia el tabaco picado. Según un estudio de la tabaquera, las ventas legales de picadura de tabaco entre 2013 y 2015 se redujeron en 800 toneladas en España, lo que ha levantado las sospechas del sector.


El tabaco de liar fue uno de los refugios que encontraron los fumadores durante los peores años de la crisis, y ante las continuas subidas del precio de las cajetillas de cigarrillos. En 2013, las ventas de este producto se dispararon en Aragón en 41.000 kilos más que el año anterior, hasta alcanzar la cifra de 182.924 kilos.


Poco antes, los fumadores lo intentaron con el tabaco de pipa, mucho menos gravado y, por lo tanto, más económico. De los 126.114 euros facturados en febrero de 2011, se pasó a los 345.223 euros en el mismo mes del año siguiente. Tal fue su auge que el Ministerio de Hacienda se vio obligado a retirarlo del mercado hasta aplicarle una fiscalidad apropiada.


En Aragón, donde no hay cultivos de tabaco, el problema del consumo de hoja de tabaco de uso agrícola es, de momento, menor. Según fuentes de la Guardia Civil, “el contrabando aquí sigue siendo el tradicional, el de cajetilla”, al ser vía de paso entre el sur de España y Francia. Sin embargo, las facilidades de compra de internet permiten a cualquiera hacerse con una saca de hoja de tabaco.


El último gran decomiso en la Comunidad tuvo lugar el pasado mes de octubre cuando fue detenido cerca de Zaragoza un vecino de Málaga de 46 años con 2.500 cajetillas de tabaco ilegal procedentes de Andorra cuyo valor en el mercado ascendería a 11.600 euros.


Según los datos que maneja el sector, en Aragón se consumen cada año más de un millón de cajetillas de contrabando. De hecho, pese a que el número de fumadores reconocidos apenas se ha reducido un 0,9% en el último lustro, es decir, desde que entró en vigor la Ley Antitabaco, las ventas de cajetillas se han desplomado en Aragón un 40%.

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