Aragón, buenas noticias

En las últimas semanas, se han sucedido pronósticos macroeconómicos para Aragón que coinciden en exhibir guarismos crecientes. Ante ese optimismo, los analistas señalan también cómo, en paralelo, la brecha de la desigualdad no se sutura, sino que va a más, y es la principal batalla a librar.


La relativa mejor situación de Aragón respecto a España la refleja incluso el último boletín de Ebrópolis, el observatorio urbano que gestiona el Ayuntamiento y donde se acopian los datos sobre Zaragoza y su entorno. En sus tablas, el indicador de pobreza o exclusión social ha bajado 3 puntos en 2015 y está 11 puntos por debajo de la media de España. Esto es, en el conjunto del Estado el porcentaje de personas en riesgo de pobreza es del 28,6%, mientras que en Aragón es del 17,7%. En asas desglosadas, con carencia material severa, hay en España un 6,6% y en Aragón, un 2,2%, y viviendo en hogares con baja intensidad de trabajo, un 15,4%, frente a un 6,9% en Aragón. Sin duda, detrás de estos porcentajes, aunque bajen, hay personas y familias que sufren, una a una, que obligan a no bajar la guardia. Pero esas coordenadas no deben impedir ver lo que va bien: hay datos que invitan, si no al optimismo, que también, al menos a la serenidad. En las últimas semanas, se han sucedido noticias sobre inversiones y éxitos y apenas, por fortuna, sobre EREs.


Es el caso de los últimos reconocimientos a pujantes profesionales o trayectorias consagradas que hablan de ese 82,3% de aragoneses que, cada día, trabajan con denuedo por sacar su vida y sus sueños adelante.


Hemos visto a Alicia Asín, premiada como directiva del año en Aragón, al día siguiente de que su empresa, Libelium, obtuviese el premio Cepyme de España al Desarrollo Internacional: 50 empleados muy especializados, exportando a más de 120 países el 90% de su producción en Cogullada. O a María López, fundadora de Bit Brain, premio ADEA a la Innovación por sus inventos en ‘neuromarketing’ y regeneración neuronal. También, con veinte ingenieros en vanguardia.


O en GM, que levanta su nave número 26 para ser almacén de los nuevos modelos y, en la esfera de las relaciones laborales, casi siempre pioneras y referentes, los trabajadores elegían como presidenta del Comité de empresa a Sara Martín, que llevará la voz de la plantilla de Figueruelas al comité europeo. En otros ámbitos, es estimulante que nuestros escolares ocupen la banda alta del informe PISA y emocionante que un equipo médico del Hospital Miguel Servet, liderado por David Rivero y Alicia Sáenz de Cabezón, en una intervención puntera, preservara los dos idiomas que hablaba la paciente: árabe y español. Porque, en tiempo de recortes, ha habido oportunidad para esta nueva española.


Precisamente los congresos médicos están cada vez más presentes entre nosotros: 10.000 facultativos han debatido en Zaragoza este otoño, a la vez que un número creciente de turistas optan por Aragón. Visitantes que dejan ingresos, como los dejan en el Ayuntamiento las compraventas de pisos, cuyo impuesto por plusvalía sumaba 59,5 millones a octubre, 7 más de los previstos para todo el año, y que puede alcanzar, como en 2015, los 70 millones de euros: un 30% más.


Como dijo con acierto el presidente Lambán en la presentación de las previsiones de Funcas, el mérito no sería de los políticos sino de tanta gente –una inmensa y discreta mayoría de ese 82,3% que no está en riesgo de exclusión– que, pese a la dureza de la crisis, a la merma de ingresos y al ruido ambiente, no deja de cumplir con su obligación en lo privado –familia y empleo– y en lo público, como leales contribuyentes. Gracias a ellos, se puede mitigar el sufrimiento del 17,7% (en el caso de Aragón), vía instituciones u ONG.


Primo Levi escribió que los supervivientes del holocausto como él arrastraron toda su vida un sentimiento de culpa por haber sobrevivido. No estaría de más alguna palabra de aliento a esa clase media que, gobierne quien gobierne, sostiene el país y a la que el discurso dominante tiene metida en el armario. Eso sí, ante puentes como el presente, ha hecho un buen corte de mangas e invadido las carreteras.