Heraldo del Campo

Plantas aromáticas para mejorar el sabor

La empresa Agromatarraña ha puesto en marcha un proyecto centrado en la incorporación de lavanda, romero u orégano en el pienso que ingieren sus conejos ibéricos.

La dieta que probarán estos conejos ha sido elaborada por un nutricionista.
La dieta que probarán estos conejos ha sido elaborada por un nutricionista.
Agromatarraña

Conseguir una carne de conejo ibérico diferenciada y de la máxima calidad. Este es el reto en el que están inmersos desde hace un tiempo los responsables de la empresa Agromatarraña, instalada en Fabara (Zaragoza), y que lleva casi una década recuperando razas autóctonas tradicionales, con el fin de lograr un producto con las mejores cualidades organolépticas.


Para ello están trabajando en diferentes líneas de actuación. La última de ellas es la investigación que van a poner en marcha junto con el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), ubicado en Monells (Gerona), sobre la incorporación de plantas aromáticas en pienso para cunicultura. «Es un proyecto muy ambicioso, en el que llevamos un tiempo trabajando y que, en el caso que obtengamos resultados positivos, va a repercutir no solo en la producción, sino también en la calidad del producto final», matiza Michel Campanales, presidente de la Asociación de Productores de Conejo Ibérico de España y gerente de Agromatarraña.


Desde hace un tiempo, en esta empresa apostaron por recuperar la dieta que tradicionalmente servía para alimentar a las razas autóctonas de conejo. «Valoramos mucho que la alimentación no contenga grasas animales y organismos genéticamente modificados. Nosotros les estamos dando la misma alimentación que tradicionalmente les daban nuestros abuelos a sus conejos. Una dieta en la que no pueden faltar las pipas de girasol, alfalfa del valle del Ebro, cebada de la zona, frutas, pieles de almendra y también plantas aromáticas como lavanda, orégano y otras. Y todo ello con el fin de conseguir una dieta con un perfil de ácidos grasos y una aportación de polifenoles que permiten lograr una diferenciación organoléptica y una mayor ternura en la carne. Además, debido a los antioxidantes que contienen estos nutrientes, el resultado es una carne más tersa y mejoramos la durabilidad y su maduración», explica Campanales.


Para ello cuentan con la colaboración de un agricultor de la zona, que dispone de fincas experimentales en las que cultivan este tipo de arbustivas.Dieta eficiente

El proyecto ya está en marcha, y se desarrollará a lo largo de los próximos 250 días. Los conejos que se sometan a este estudio probarán diferentes dietas, elaboradas por un nutricionista, con un primer lote de pruebas en el que el 15% del producto que ingieran serán plantas aromáticas. «Buscamos la dieta más eficiente, variando diferentes aportes de energías e ingredientes (plantas aromáticas) y controlándolas en una producción en baja densidad. Después, en una segunda fase, finalizaremos el estudio con elIRTA, cuyas tesis se encargarán de marcar la línea a seguir», matiza Campanales.


Con esta mejora en la alimentación, la empresa zaragozana se ha marcado el reto de que a los ya reconocidos beneficios saludables de la carne de conejo, rica en proteínas y baja en grasas, se le sumen los aportes de una alimentación natural y totalmente libre de transgénicos.


El resultado será una carne de conejo rosada, firme y con un sabor inconfundible, y que se puede probar gracias «a una amplia gama de productos, entre los que no faltan las chuletillas o las hamburguesas de conejo», concluye Campanales.


Más información en el suplemento HERALDO DEL CAMPO

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