La escasez de profesionales sanitarios y la preferencia generalizada de estos por las grandes ciudades –bien comunicadas por tren y autovía– están haciendo que hospitales y centros de salud de Teruel tengan cada vez más huecos en sus plantillas. Una veintena de plazas repartidas por los distintos enclaves sanitarios de la provincia están sin cubrir, algunas desde hace años, a la espera de que alguien quiera ocuparlas.

La situación se agravará con la resolución –prevista para primeros de año– del concurso de traslados de médicos especialistas, pues 30 facultativos de hospitales se irán de la provincia. También habrá ‘tsunami’ en la pediatría de Atención Primaria del Sector de Alcañiz, donde el correspondiente proceso se llevará a 4 pediatras quedando solo 3 de los 10 establecidos, pues otras tres plazas llevan ya años sin cubrirse.

En el hospital Obispo Polanco de Teruel, al que acude la población de la mitad sur de la provincia, faltan, desde antes del verano, dos traumatólogos –la plantilla son 10– y dos radiólogos –con el mismo número de plazas estructurales–. A ellos hay que sumar un urólogo –una de las cuatro plazas ha quedado vacante en las últimas semanas–, un nefrólogo y un intensivista para hacer guardias en la uci, pues hasta el pasado mes de mayo había un profesional con este cometido, pero se marchó.

Curiosamente, en el hospital comarcal de Alcañiz, que atiende a la población de la mitad norte de la provincia, solo hay una plaza vacante y corresponde al Servicio de Anatomía Patológica. La mayor proximidad a Zaragoza –a solo una hora y media de coche– hace que muchos médicos opten por trabajar en este centro, al permitirles ir y venir en el día a la capital aragonesa sin tener que cambiar su lugar de residencia. Esta vinculación con Zaragoza hace que, por ejemplo, el servicio de oncología cuente con un médico de refuerzo del Miguel Servet.

"Nadie quiere venir"

Los centros de salud, especialmente los del Bajo Aragón, tienen serios problemas por esta carestía de médicos. En el ambulatorio de Alcañiz hay tres huecos sin cubrir, en Andorra uno y en Cantavieja dos, lo que se traduce en una sobrecarga de trabajo para el resto de la plantilla, que a estas alturas del año aún tiene vacaciones por coger. En Mas de las Matas, con una plaza y media vacías, hubo que suspender hace un mes consultas en 2 pedanías al no encontrar sustituto para el médico de libranza. En 3 de estos casos, el titular de la plaza está de baja por enfermedad y la Administración no encuentra sustitutos.

Preocupan también los pediatras. En Valderrobres, el puesto lleva saliendo a concurso 9 años, "pero nadie quiere venir", indicaron fuentes médicas, y los niños son atendidos por un médico de Familia. El mismo problema hay en Calanda y Caspe (Zaragoza) y desde hace ya varios meses, también en Andorra, al estar de baja el titular.

"El mundo rural se queda sin gente; es una tendencia natural y la solución es afianzar población e incentivar a los médicos que trabajen en los sectores alejados", afirmó el director médico de Atención Primaria del Sector de Alcañiz, Roberto González, quien  apeló también a una mejor planificación universitaria para dar respuesta a la demanda de médicos.

El delegado sindical de la CESM en Teruel, Jesús Martínez-Burgui, opina que solo la convocatoria regular de traslados y oposiciones acabará con la falta de médicos para las plazas de difícil cobertura. Criticó que mientras otras comunidades autónomas resuelven en 3 meses un proceso de oposición, "en Aragón llevamos más de un año con un mismo concurso".