Las últimas lluvias disparan al 90% las reservas de algunos embalses del Pirineo

En Yesa y Mediano han entrado más de 100 hectómetros cúbicos en tres días.

El embalse de Mediano se encuentra a más del 80% de su capacidad.
El embalse de Mediano se encuentra a más del 80% de su capacidad.
José Luis Bergua

Sobre las cuencas altas de los ríos Aragón, Gállego, Ara y Cinca cayeron a principios de esta semana entre 75 y 130 litros por metro cuadrado. Lluvias intensas que afortunadamente no han provocado desbordamientos pero sí han tenido un claro reflejo en los embalses, con registros espectaculares como los 104 hectómetros cúbicos que entraron en Yesa o los 134 hectómetros de Mediano (casi una tercera parte de su capacidad).


La situación de la reserva permite respirar a los regantes, que cuando empezó el otoño encaraban con pesimismo el año hidrológico. Un ejemplo significativo es Barasona. Acabó el verano al 10% de su capacidad y hace un mes apenas estaba al 20%. Ahora, se encuentra prácticamente lleno, al 96%, y más de una tercera parte de su volumen (31 hm3) lo ha recibido durante el último temporal de lluvias.


No es el único embalse del Pirineo que ha pasado de la extrema sequía a estar casi lleno gracias a los episodios de intensas precipitaciones que se han sucedido desde finales de octubre. Mediano estaba al 55% el día 22 de noviembre y el día 24, si situaba al 82%. Hace un mes tenía 124 hectómetros cúbicos y actualmente triplica esta cifra.


"Entre las anteriores lluvias y estas, la situación ha mejorado mucho. Vemos con más optimismo la campaña del año que viene", señalaba César Trillo, presidente de la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón. De hecho, Mediano o Barasona están incluso en registros mejores que los de los últimos años. No obstante, Trillo aclaró que todavía hay capacidad de resguardo en otras piezas, como La Sotonera.


Las lluvias dieron lugar a crecidas significativas en las cuencas pirenaicas, desde el río Aragón hasta el Ésera. La mayoría ordinarias, pero en el Aragón y el Gállego se registraron caudales correspondientes a un periodo de retorno de 10 años, y en algunos afluentes del primero fueron extraordinarias. Presas como Yesa permitieron laminar las avenidas y evitar probables desbordamientos con esos más de 100 hectómetros cúbicos almacenados en tres días. Según la Confederación Hidrográfica del Ebro, la mayor parte de las avenidas de los ríos del Pirineo han sido absorbidas por los embalses.


Para la Agencia Estatal de Meteorología, en este último episodio lo más significativo no es tanto la cantidad como la generalidad. "El martes y el miércoles llovió en todo Aragón. Ninguna estación meteorológica se quedó con menos de 30 o 40 litros. Y en las tres capitales cayeron más de 50 en 24 horas", comentó el delegado de la Aemet en la Comunidad, Rafael Requena.


No obstante, hubo registros espectaculares, como los 291 litros/m2 de Pineta entre el domingo y el miércoles, en la cabecera del Cinca; o los más de 120 de Búbal y Yésero, en la del Gállego. Entre el 20 y el 24 de noviembre cayeron más de 200 litros en algunas cabecera.

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