La Comisión especial de estudio sobre Políticas, medidas y recursos necesarios para acabar con el acoso escolar de las Cortes de Aragón ha recibido a la Asociación Reazyom de familias que han pasado por este duro trago. Y allí, en sede parlamentaria, han desgranado algunas de las medidas que creen que deben implantarse con urgencia en los centros educativos y han denunciado protocolos que, desde su difícil experiencia, no están sirviendo para poner fin a esta lacra.

La presidenta de esta organización sin ánimo de lucro, Carmen Casarejos, ha hablado de la necesidad de volcarse en la formación como una manera de cambiar la interrelación de los alumnos en las aulas y también de una intervención inmediata ante un caso de ‘bullying’. “Los alumnos deben tomar conciencia del sufrimiento que conlleva la marginación y la humillación y el profesorado, actuar rápido y proteger a la víctima”, ha explicado.

Casarejos ha puesto sobre la mesa dramáticas estadísticas que hablan de que casi un 6% de escolares sufren acoso en los colegios y de que uno de cada cuatro alumnos de la primera etapa de ESO reconoce haber sido agredido, lo que, ha denunciado, puede marcar a una persona de por vida y aumenta el riesgo de que sufra problemas psiquiátricos en el futuro.

Entre las actuaciones que pueden ayudar a rebajar estos datos, ha nombrado una sistema de medición sobre acoso que está teniendo éxito en Europa o el ‘role playing’, que consiste en someter a los estudiantes a un minuto de descalificaciones para que la clase sea consciente de la afección que puede suponer.

Por su parte, la secretaria de Reazyom, Cristina Monclús, ha informado a los diputados allí presentes de que la comunicación con los colegios “suele ser un calvario para las familias”, ya que a los padres se les tacha de “sobreprotectores o exagerados”, mientras se culpabiliza al niño que sufre el acoso “por ser tímido o débil”.

Además, ha denunciado que los protocolos no siempre se cumplen y ha llamado a permitir que, en casos graves, no sea necesario llevar al estudiante a la escuela. También ha solicitado que el ‘bullying’ sea tratado por un equipo interdisciplinar externo al centro educativo y ha pedido enfocarse más en el acosador y en su entorno que en la víctima de los abusos para “acabar con la impunidad”.

Durante la sesión, una joven ha relatado en primera persona su durísima experiencia en la escuela, donde compañeros la agredieron e intentaron inducir a su suicidio, que se ha preguntado por qué sus acosadores son felices y están estudiando, mientras ella ha tenido que tratarse y sufrir. “Y en el colegio, ¿nadie lo vio?”, se ha preguntado de manera retórica.

Los trabajos de esta comisión especial seguirán en las próximas semanas. Ante un caso así, el Gobierno de Aragón, dentro de su plan integral contra el acoso escolar presentado hace unos meses, ha habilitado un número gratuito y 24 horas para aquellos que han sufrido o presenciado un caso de ‘bullying’: el 900 100 456.