Aragón necesita casi 1.000 plazas para pacientes de media estancia

Estas personas necesitan un espacio intermedio (que no sea hospital de agudos ni residencias) en el que estar atendidos durante unas semanas.

Imagen de archivo de una residencia
Imagen de archivo de una residencia.

El sistema sanitario español y, por lo tanto, el aragonés, casi no contempla los cuidados sociosanitarios intermedios. Esta es la conclusión que desprende el informe elaborado por la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) en las diferentes comunidades autónomas. Según los datos recabados, aunque España ha aumentado el número de plazas sociosanitarias en centros específicos durante los últimos años, “la oferta todavía es siete veces inferior a la que se observa en otros países del entorno como Francia, Alemania o Suiza”.


Prueba de ello es que todo el país se necesitarían 46.451 plazas de este tipo, de las que faltarían alrededor del 70%. Una situación similar a la de Aragón, ya que, según los datos de población, debería haber 1.326 plazas para atender la demanda actual. “Todo esto, poniendo una plaza por cada 1.000 habitantes, una media que es sensiblemente inferior a la que están manejando en otros países europeos”, explica Manuel Vilches, director general de IDIS. Teniendo en cuenta las plazas disponibles en la actualidad, en Aragón todavía habría un déficit de 967 plazas.


Estos espacios estarían dirigidos a personas que deben volver a su vivienda tras un ingreso, pero que lo hacen con una dependencia médica y social (que se solucionaría con unas semanas más de cuidados). “Los casos más comunes son los de rehabilitación de una rotura de cadera o rodilla. No pueden estar en su casa porque todavía no están recuperados, ni en el hospital porque no revisten ninguna gravedad; pero tampoco pueden acudir a cualquier residencia, ya que no todas tienen los requisitos necesarios para la rehabilitación”, ejemplifica Vilches. La estancia media varía entre dos y seis semanas.


Según los datos de este informe, cada año se alargan de forma inadecuada 1,4 millones de estancias en los hospitales de agudos de España, lo que supone un coste de 884,8 millones de euros. Por su parte, más de 10.500 personas ingresan con necesidades sociosantarias en centros residenciales privados, algunos de los cuales no disponen de los recursos terapéuticos necesarios. Además, una parte de la sociedad, difícilmente cuantificable, es atendida en su propio domicilio sin los recursos necesarios.


Por ello, desde el punto de vista de Vilches, la mejor opción para cubrir esta demanda es que haya residencias acreditadas que ofrezcan este tipo de servicios y se creen más unidades de hospitalización a domicilio. Por ejemplo, Aragón ya cuenta con dos espacios de este tipo que controlan el estado de casi 800 pacientes en su hogar. “Lo ideal es conseguir un funcionamiento mixto, ya que todas las personas están más contentas en su casa, pero esto no siempre es posible, bien por estado del paciente o porque la vivienda no está adaptada para ello. Por estas razones es necesario que existan plazas sociosanitarias en algunas residencias”, recalca.


Asimismo, asegura que Aragón está en una buena posición en comparación con otras partes del país: "La comunidad cuenta con un importante excedente de plazas en residencias (más de 4.100), por lo que se podrían reconvertir en centros especializados de media estancia para perfiles concretos. De este modo, se conseguiría tener todas las plazas ocupadas y dar la mejor atención posible a cada paciente”. Por el contrario, otras comunidades como Andalucía o Madrid no cuentan con esta opción y es necesario que creen más de 8.000 y de 3.000 espacios respectivamente.

¿Cuál es la situación actual en Aragón?

La atención sociosanitaria en Aragón puede prestarse en diferentes tipos de centros hospitalarios o en el domicilio del paciente. No obstante, estos centros todavía no disponen de acreditación expresa para este fin y el único requisito que deben cumplir es estar dados de alta en el Registro de Centros Sanitarios, con su correspondiente autorización administrativa. Dentro de esta oferta se encuentran los dos Equipos de Soporte de Atención Domiciliaria (ESAD) y tres Unidades de Valoración Sociosanitaria.


Además, la comunidad aragonesa tiene 359 plazas de media y larga estancia, lo que supone una tasa de 0,27 por cada 1.000 habitantes, ligeramente por debajo de la media española: 0,3. Asimismo posee 17.865 plazas en residencia (ente públicas y privadas) con una ratio de 6,44 por cada 100 personas mayores de 65 años. "En este caso es una de las comunidades con mayor dotación, incluso por encima de lo recomendado por la Unión Europea", afirma Vilches. Ante esta situación, la Fundación IDIS apuesta por una conversión de parte de estas plazas sobrantes.

Futuro

La Fundación está remitiendo este estudio a los gobiernos autonómicos con el fin de ponerse en contacto con las consejerías pertinentes para trabajar de cara al futuro en el ámbito de los cuidados sanitarios intermedios. El objetivo es desarrollar un sistema de acreditación de centros para asegurar la calidad de los servicios, definir el perfil de beneficiario, la cartera de servicios y las necesidades de formación y adaptar el desarrollo de la oferta en cada comunidad a los recursos ya existentes en ellas. “De este modo se garantizará la equidad de los cuidados intermedios en todo el territorio y se adaptará el modelo asistencial a los nuevos retos demográficos y sociales”, recalcan.

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