El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), Manuel Bellido, ha explicado que en el primer semestre de 2016 el número de denuncias de violencia contra la mujer ha bajado un 10% y un 21% el de víctimas, pero ha reconocido que sigue elevado el número de mujeres que rechaza declarar contra su agresor.

En la presentación de la memoria del TSJA correspondiente a 2015 ante la Comisión Institucional de las Cortes de Aragón, Bellido ha dedicado parte de su intervención a los casos de violencia contra la mujer, en los que la comunidad aragonesa presenta una tasa inferior a la media nacional.

Respecto a las renuncias a declarar, que achaca a razones muy diversas, como el miedo de la víctima al agresor o la dependencia económica o afectiva, Bellido ha reconocido que las cifras son muy altas (174 en el primer semestre de 2016), algo que "limita la actuación de los jueces", que poco o nada pueden hacer en el caso de que no haya testigos.

Por eso, se ha referido a la necesidad de acometer cambios legislativos en esta materia, siempre bien meditados, porque las soluciones "en caliente" suelen tener efectos secundarios.

La solución, ha considerado, podría proceder de los servicios sociales cuando estos detecten renuncias a declarar por casos "ciertos".

Respecto a las órdenes de protección, ha recordado que frente a las 392 que se dictaron en el primer semestre de 2015, en el mismo periodo de 2016 se han dictado 406, una cifra muy similar que representa en torno al 80 por ciento de las solicitadas.

De la memoria, Bellido ha sacado algunas consecuencias ante los grupos parlamentarios, la primera de ellas la necesidad de que se creen nuevos órganos judiciales en Aragón, algo que depende del gobierno central y que le da la "sensación" de que no va a suceder de momento.

Las prioridades serían la creación del tercer juzgado de lo Mercantil en Zaragoza y dos nuevos de primera instancia, uno centrado en los asuntos de familia y otro en las incapacidades, además de un nuevo juzgado de lo Social (que sería el octavo) y uno nuevo de lo Penal (que sería el décimo).

Sobre las infraestructuras judiciales, el presidente del TSJA ha recordado que ya se está acometiendo la reforma del Palacio de Justicia de Teruel (con fondos del FITE según ha censurado el diputado de Ciudadanos Ramiro Domínguez al entender que la finalidad de este fondo no es ésta, sino generar empleo en la provincia) y las obras del Palacio de los Condes de Morata en Zaragoza (sede del TSJA), dentro del plan director sobre el edificio.

A juicio de Bellido, además, sería necesario cambiar la organización del sistema, actualmente organizada en torno a órganos unipersonales que trabajan "como si fuesen islas", de forma totalmente independiente y sin relacionarse entre ellos.

Su apuesta es que la Oficina Judicial pudiera prestar servicio a todos los jueces, con el fin de ahorrar costes, mejorar la carga de trabajo de cada juzgado y que estos pudieran compartir información.

Y ha apostado por realizar un estudio pormenorizado de la distribución territorial de los juzgados que tenga en cuenta las características de cada territorio pero también las nuevas condiciones, como la mejora de las comunicaciones y las nuevas tecnologías, que hacen que ahora la distancia de los ciudadanos a los juzgados ya no tenga que ser el argumento principal de planificación.

Ha dedicado parte de su intervención a la justicia electrónica y a la implantación del sistema Lexnet, algo que es "realmente complejo" porque supone eliminar el papel en todas las tramitaciones y trabajar exclusivamente con documentos electrónicos, con el consiguiente "cambio de mentalidad".

Ha pedido, en este sentido, que se dote a los actores judiciales de las herramientas necesarias para que el sistema "funcione mejor que antes", y para ello es "muy importante" conocer la opinión de todos los profesionales del sistema, a quienes hay que facilitar la formación continua y "asistencia técnica permanente".

Finalmente, ha insistido en que la resolución extrajudicial de conflictos es muy importante, y en esta línea ha hablado de la mediación.

A su juicio, se necesita el impulso de un plan nacional "con dimensión general" que sustituya a la multitud de planes "piloto" y "pequeños" que se implantan en las comunidades.