La DGA unificará las líneas de bus rurales y las escolares para mejorar horarios y frecuencias

La reorganización de las concesiones dividirá el servicio en nueve zonas con el objetivo de llegar a más núcleos urbanos. El plan se demora un año y habrá que esperar hasta 2019.

Viajeros en las dársenas de la estación de autobuses de Zaragoza.
La DGA unificará las líneas de bus rurales y las escolares para mejorar horarios y frecuencias
Aránzazu Navarro

El Gobierno de Aragón pretende unificar las líneas rurales de bus y las rutas escolares con el fin de mejorar los horarios e incrementar las frecuencias sin necesidad de invertir más dinero. Para ello, reorganizará el servicio por completo aprovechando que todas las concesiones autonómicas de transporte interurbano vencen el 1 de enero de 2018: dividirá el mapa de Aragón en nueve zonas, cada una gestionada por un solo adjudicatario.


El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, está convencido de que la competencia entre empresas permitirá incluso ampliar la cobertura y llegar a más núcleos urbanos, que ahora ya se benefician con la posibilidad de utilizar las rutas escolares. El hecho de acabar con la atomización y dispersión en el servicio que sufre en la actualidad el sector al concentrar el transporte interurbano en tan solo nueve concesionarios garantizará, salvo sorpresas, mejores ofertas "por economía de escala".


Esta reorganización se empezó a plantear en la pasada legislatura con el exconsejero Rafael Fernández de Alarcón, que encargó un primer informe a Deloitte en cuya elaboración no se consultó a las operadores, tampoco se hizo un estudio de campo para conocer las necesidades reales ni tuvo en cuenta el área metropolitana de Zaragoza. Soro sacará ahora un nuevo estudio para disponer de un verdadero plan de explotación, que sirva de base para licitar después las nueve concesiones de transporte interurbano.


La previsión inicial de Soro era presentar la propuesta del nuevo mapa concesional este otoño, pero todo el proceso se va a demorar más de un año. Por tanto, habrá que esperar hasta 2019 para disponer de la reordenación. Como las rutas escolares se acaban de adjudicar con plazos de entre dos y cuatro años, habrá un periodo transitorio. Y está por ver si se dispondrá para entonces de un mayor presupuesto: la subvención actual para las líneas deficitarias que cubren el medio rural se limita a 4,4 millones, a la que se suman los aproximadamente quince millones destinados a los rutas escolares.


El consejero de Vertebración garantiza que no se reducirá la aportación, aunque a principios de año aseguraba en las Cortes de Aragón que era una "evidencia" que con el nuevo mapa concesional habría que hacer "un mayor esfuerzo presupuestario".


Del acierto en el diseño del nuevo mapa dependerá en buena medida el futuro de la movilidad: las 45 concesiones de bus de titularidad autonómica cubren las necesidades del 90% de los viajeros que recurren al transporte regular por carretera en Aragón. El 10% restante depende del Estado, aunque la DGA prevé solicitar la segregación de los recorridos autonómicos de las rutas estatales.


El director general de Movilidad, José Gascón, consideró que el nuevo diseño erradicará definitivamente las duplicidades entre servicios regulares y rutas escolares y minimizará que los autobuses hagan "kilómetros en vacío". En el plan de explotación que se pretende sacar a concurso también se analizará a cuántos núcleos sin servicio se podrá llegar a partir de 2019.


Los empresarios del sector quieren intervenir en el proceso, para lo que el próximo viernes presentarán su propia propuesta de reordenación, que encargaron a la Universidad de Zaragoza.

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