El programa de rehabilitación de la DGA permite renovar 651 pisos en 13 municipios

La financiación asciende a 7,7 millones, un tercio menos del dinero previsto para el periodo 2014-2016 por demoras en la tramitación y renuncias de beneficiarios. Las ayudas permiten renovar fachadas, poner ascensores y mejorar la habitabilidad.

El último plan de rehabilitación pactado entre la DGA y el Ministerio de Fomento permitirá concluir el año con 651 viviendas renovadas en 13 municipios de Aragón desde que se firmó el convenio vigente en 2014. A estas hay que sumar otros 65 pisos que se han construido de nuevo en cinco localidades porque su degradación hace inviable recuperarlas. La inversión pública alcanzará en total los 7,7 millones de euros, a la que se debe sumar las aportaciones de los particulares beneficiados.


Pese a que la financiación para las denominadas Áreas de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) de Aragón se ha recortado en un tercio respecto a la previsión inicial, el número de actuaciones se ha visto reducido en mucha menor medida, en poco más de un 8%.

En el paquete de intervenciones subvencionadas constan, fundamentalmente, obras de rehabilitación integral edificios, mejoras en la accesibilidad como la instalación de ascensores, la eliminación de tramos de escaleras a los mismos y trabajos para ganar en eficiencia energética, como la sustitución de ventanas.


La directora general de Vivienda, Mayte Andreu, mostró su confianza en poder acabar en plazo las actuaciones programadas, ya que una parte están terminadas y en la mayoría han superado un 60% de su ejecución. La obligación legal del convenio firmado entre las dos administraciones es que las áreas de regeneración están pagadas antes de fin de año, aunque los beneficiarios aún dispondrán del próximo ejercicio para rematar los trabajos. Para evitar la picaresca, han tenido que avalar el dinero, que perderán si no cumplen los plazos.


La capital aragonesa, donde se ha intervenido en 222 viviendas, es la principal destinataria del programa de ayudas de regeneración urbana, seguida por la capital oscense (104) y Monzón (75). En el lado contrario está Tarazona, donde se había previsto en un principio actuar en 160 inmuebles y, finalmente, se ha reducido a tan solo 17.


No obstante, por el importe de las intervenciones ha sido Alcañiz el municipio que se ha llevado la mayor, casi una cuarta de los 7,7 millones. En su caso, se pretende rehabilitar un total de 28 pisos y renovar 34. Esto supone que en el Bajo Aragón se concentran la mitad de los inmuebles que se van a demoler para levantar otros en su lugar.


Según el convenio firmado entre la DGA y Fomento, los beneficiarios pueden recibir hasta 11.000 euros por cada vivienda objeto de rehabilitación, que casi se triplica en el caso de que se trate de una renovación, es decir la demolición del inmueble que se encuentra en mal estado y construcción en su lugar de una nueva, que deberá garantizar una calificación energética B. Según el decreto estatal vigente, la aportación de Fomento no puede superar el 35% del coste subvencionable para un bloque.Ritmo de ejecución


Andreu recordó que el convenio firmado en la pasada legislatura con Fomento se hizo realmente efectivo a finales de 2014, por lo que el plan de regeneración se empezó a ejecutar con casi un año de retraso. "Cuando entramos en julio de 2015 al Gobierno nos encontramos con que de los 6,68 millones presupuestados, solo se había comprometido actuaciones por poco más de tres millones", lamentó.


La directora general de Vivienda señaló que para evitar la "penalización" que suponía para Aragón, se convocó en diciembre del año pasado a los municipios que pretendían acogerse al programa para intentar inyectar el dinero. Hasta entonces, solo se estaba beneficiando Alcañiz, Barbastro, Monzón, Sabiñánigo y Tarazona, pero se amplió a las otro ocho localidades que habían presentados proyectos de renovación: Binéfar, Calatayud, Caspe, Ejea, Fraga, Huesca, Jaca y Zaragoza.


La responsable autonómica señaló que la reducción de las intervenciones se explica, principalmente, por el hecho de que los particulares no hayan obtenido la financiación necesaria, no se haya puesto finalmente de acuerdo la comunidad de vecinos o, como en el caso de Tarazona, "se firmara sin supervisar el estado de las viviendas". "Gracias a la negociación con los ayuntamientos se ha logrado actuar en más inmuebles y corregir la situación", añadió.


Mayte Andreu especificó que ante el recorte de la financiación de las ayudas, de 12 a 7,7 millones, se optó también por rebajar el importe del dinero a cada destinatario, lo que ha permitido, por ejemplo, pasar de 163 a 222 rehabilitaciones de pisos en Zaragoza. Y subrayó que no se ha desatendido ninguna petición. "No se ha quedado nadie fuera que haya pedido fondos para rehabilitar a través de un ARRU", concluyó.

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