Las reservas hosteleras han caído hasta un 50% en algunas zonas micológicas de Aragón

Pese a las lluvias caídas en los últimos días, este ha sido un año poco pasado por agua. Y la sequía no afecta solo a los cultivos, sino que también hace estragos en el turismo micológico. La ausencia de setas ha hecho que la llegada de visitantes sea mucho menor. Y las reservas en algunas zonas se han resentido, y mucho. En la comarca de Jacetania o Maestrazgo, donde ya han celebrado sus jornadas micológicas, calculan que el descenso respecto del año pasado ha sido de un 40% y un 50%, respectivamente. Otras zonas, en cambio, como Cinco Villas o Tarazona y el Moncayo, que todavía no han comenzado con sus actividades en torno al mundo de las setas, se muestran más optimistas en sus previsiones.

"Este año nuestras jornadas gastronómicas son de otoño para poder centrarnos más en caza y frutos de esta temporada, como las castañas o las manzanas, y menos en las setas, ya que apenas hay", explica Pilar Beltrán, presidenta de Empresarios Turísticos del Maestrazgo y propietaria de un restaurante en Cantavieja. "Las reservas han caído en torno a un 50%. Las setas tienen mucho tirón, además está muy de moda, pero si no salen...", añade Beltrán.

El gerente de la Asociación de Empresarios de Comercio y Servicios de La Jacetania, Manuel Lasala, asegura que se ha notado "un bajón de un 40%" en la hostelería con la celebración de la XI Feria de las Setas y las XVII Jornadas Micológicas de Jaca, que concluyeron el pasado miércoles.

En la comarca turolense de Gúdar-Javalambre creen que la escasez de setas afecta más a la restauración, ya que muchos de los que se acercan a esta zona a recoger setas no pernoctan. "La gente sigue viniendo. Con las jornadas de setas, los aficionados no vienen tanto a coger muchas sino a aprender", detalla Laura Marco, gerente de la asociación turística de esta comarca. Las inscripciones para las jornadas que se celebran en los municipios de Gúdar y El Castellar ya están cubiertas al 100% –son unas 90 y 75 plazas–.

Mirando al cielo y al termómetro

Hay muchas zonas de Aragón en las que las jornadas micológicas aún no han comenzado y, por eso, miran al cielo y a los termómetros confiando en que siga lloviendo y las temperaturas no bajen en exceso, dos cuestiones claves para que aparezcan los preciados níscalos.

En Ayerbe, el puesto de información micológica y medioambiental abrió ayer en la sala de exposiciones del Ayuntamiento. Las jornadas (que este año cumplen su 26 edición) se celebrarán el próximo fin de semana y en la programación incluyen conferencias, exposiciones y talleres.

En Zaragoza capital, mañana arrancan las charlas organizadas por el grupo micológico Caesaraugusta, que con unos 350 socios, es el más multitudinario de Aragón. "Hasta ahora, no hay setas. Si lloviese y no hiciese frío, todavía habría posibilidades", explica Francisco Albalá, presidente de esta asociación, que ha aportado más de 6.000 datos de especies de setas al Gobierno de Aragón.

En las Cinco Villas se muestran más optimistas. Sus jornadas arrancarán el día 29 en las localidades de Urriés e Isuerre. Y hasta el 27 de noviembre habrá salidas también en Biel, Sos del Rey Católico, Longás, Luesia, Uncastillo, Castiliscar o Ejea de los Caballeros. "En cuanto a reservas, hemos notado más interés que el año pasado –explica Felipe Díaz, presidente de la Asociación de Turismo de las Cinco Villas–. Las perspectivas son buenas. La gente que busca setas ya sabe que no hay, pero hay otras actividades. Dependerá mucho del tiempo". En Tarazona y el Moncayo también confían en que, aunque no haya kilos de setas para coger, sí habrá otras actividades de las que disfrutar.