Zaragoza, Valencia y Pau piden "seriedad" a la UE en la reapertura del Canfranc

Con la firma de una Carta de las Ciudades de reclama compromiso público y apoyo al corredor ferroviario.

Zaragoza, Valencia y Pau piden "seriedad" a la UE en la reapertura del Canfranc
Zaragoza, Valencia y Pau piden "seriedad" a la UE en la reapertura del Canfranc

Los alcaldes de Valencia, Joan Ribó; Zaragoza, Pedro Santisteve; y el teniente de alcalde de Pau (Francia), Jean Paul Brin, han suscrito la Carta de Ciudades en apoyo del corredor ferroviario internacional que une estos tres enclaves, en la que reclaman a la Comisión Europea y los Gobiernos de Francia y España que "aborden con seriedad y prontitud" la reapertura del ferrocarril internacional de Canfranc.


El documento también ha sido firmado por el alcalde de Huesca, Luis Felipe; la alcaldesa de Teruel, Emma Buj; el presidente del Consejo Aragonés de Cámaras de Comercio, Manuel Teruel; la consejera de Asuntos Europeos de la región de Aquitania, Laurence Harribey, y el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro.


Asimismo, se han adherido el representante francés de la Coordinadora por la Reapertura del Canfranc (CRELOC), Jacques Couratte-Arnaude, y su homólogo español de CREFCO, Javier Garrido, junto a una veintena de alcaldes de ayuntamientos aragoneses.


En el escrito se apremia a que se "culminen los proyectos técnicos y comprometiéndose con las inversiones necesarias e imprescindibles para que la puesta en marcha de este corredor ferroviario se lleve a cabo en el menor plazo posible".


El documento consta de ocho puntos en los que se deja constancia de que las autoridades locales, junto con el apoyo de los agentes sociales y empresariales aúnan sus fuerzas para reivindicar la modernización y puesta en marcha del corredor ferroviario Valencia-Zaragoza-Pau "como "apuesta real, necesaria y factible para el desarrollo de nuestras ciudades y territorios".


La finalidad es "mejorar las condiciones económicas y la calidad de vida de ellas personas que viven en estos territorios e impulsar las materializaciones de las iniciativas empresariales, especialmente logísticas, y para que para el Pirineo central, gracias al tren que nos une, deje de ser una barrera de siglos para convertirse en un elemento de unión y patrimonio natural para nosotros y las generaciones futuras".


En uno de los puntos de la Carta se recuerda que en 2004 se rubricó la Declaración de los Alcaldes en Zaragoza, en la que se apostaba por una manera decidida por la reapertura y modernización de esta línea ferroviaria como primer paso para una "respuesta global a los problemas de estrangulamiento por la barrera natural de los Pirineos" y, doce años después, "se constata que la reapertura del tramo Oloron-Bedous ha sido el único avance significativo y esperanzador" después del hundimiento del puente de L'Estanguet, que en 1970 interrumpió el tráfico de personas y mercancías entre ambos países. A lo largo del texto se recuerdan los puntos que confluyen para que esta reapertura sea considerada como la gran oportunidad estratégica para el desarrollo de nuestras ciudades y territorios".Logística, medioambiente y personas

Asimismo, se indica que en el marco de la política de transporte de la Unión Europea los distintos territorios se integran en el Corredor Mediterráneo y el Arco Atlántico por ambos extremos de la cordillera pirenaica, por lo que establecer una conexión ferroviaria por el Pirineo central, que complemente y comunique ambos arcos "no solo es compatible y complementario, sino que es una necesidad estratégica, al a que es posible dar solución eficiente, sostenible y equilibrada" con la recuperación del citado corredor ferroviario.


Uno de los enunciados reza que "gracias a la existencia de una plataforma ferroviaria, que puede ser operativa rápidamente, es la mejor alternativa para superar la barrera del Pirineo, ya que podría entrar en servicio en cinco años desde la concesión de las obras".


La recuperación de este corredor ferroviario beneficiaría a las ciudades de Valencia, Teruel, Zaragoza, Huesca, Jaca, Canfranc, Oloron, Pau, Toulouse y Burdeos, además de las poblaciones que se asientan en territorios colindantes.


La Carta también se refiere a la logística como una de las actividades "estratégicas" de estos territorios y se agrega que la intermodalidad con esta reapertura "se vería ampliamente potenciada y reforzada, mejorando la relación de nuestros puertos marítimos, puertos secos, áreas de producción industrial, agroalimentaria y de servicios, así como intercambios comerciales y económicos ofreciendo una salida adicional y eficiente hacia Europa de los productos españoles".


Por otro lado, se alude al aspecto medioambiental que generaría este corredor ferroviario internacional, ya que puede reducir "significativamente el tráfico de mercancías y pasajeros por las carreteras pirenaicas, sobre todo la circulación de camiones y vehículos pesados. La mejora puede ser especialmente relevante en la reducción de las emisiones de gases de efectos invernadero generadas en la actualidad por estos vehículos".


Por último, se subraya que la importancia de la reapertura radica en las personas que viven en ciudades medias porque "posibilidad la generación de empleo estable y de calidad en sectores esenciales como la industria, servicios, agroalimentación y logística, que es fundamental para las empresas consolidadas y nuestros emprendedores en estos ámbitos de actividad".

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