Aragón tranquiliza a las familias sobre la reválida: "La intención es que todo siga como estaba"

La prueba de acceso a la universidad se realizará a finales de este curso tal y como estaba diseñada hasta ahora, con lo que desde el Gobierno de Aragón han querido mandar un mensaje de "tranquilidad" en torno a las incertidumbres que, aseguran, ha creado el Ministerio de Educación con las reválidas.

Este viernes, las consejeras de Educación, Mayte Pérez, y Universidad, Pilar Alegría, se han reunido con el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, para abordar los cambios en las pruebas de acceso a la universidad que incluye el real decreto del pasado 29 de julio, por el que se regulan las evaluaciones finales de Educación Secundaria Obligatoria y de Bachillerato y el acceso a las universidades.

La intención de los tres, ante la indefinición que denuncian en el Ministerio de Educación a la hora de fijar el contenido y desarrollo de las pruebas, es que "todo siga como estaba", ha dicho Mayoral en declaraciones a los medios de comunicación.

Así, tal y como han pactado los rectores del G-9 (de las comunidades autónomas con una sola universidad pública en su territorio), la prueba de acceso será igual a la Selectividad que se celebraba hasta ahora, con el mismo peso específico de las calificaciones de Bachillerato y de la prueba de acceso (60 y 40 por ciento, respectivamente).

El real decreto fija la obligatoriedad de que las comunidades autónomas realicen una prueba al final de Bachillerato y que después cada universidad haga sus propias pruebas de acceso.

La propuesta del G-9, que llevarán a la reunión de la Conferencia de Rectores (CRUE) la próxima semana, es mantener la prueba como hasta ahora, con las mismas calificaciones, la misma validez y distrito único, para evitar, ha dicho Mayoral, que un aspirante a estudiar, por ejemplo medicina, tenga que examinarse en todas las universidades a las que pretenda optar.

La Universidad de Zaragoza, de hecho, ya ha realizado la reserva de las aulas y ha previsto los medios materiales y humanos que será necesario movilizar para realizar la prueba, que se celebrará, como todos los años, a principios de junio.

Y ya trabaja, según ha explicado Pérez, una Comisión de Armonizadores, formada a partes iguales por técnicos de la Universidad y de la Consejería de Educación, en el diseño de la prueba para que ésta sea "acorde" con el currículo actual.

Pérez, quien no busca "culpables" pero asegura que el "responsable" de esta situación es el Ministerio de Educación, ha asegurado que la estrategia que se sigue en Aragón es "común" en la mayoría de las comunidades autónomas, incluso en muchas gobernadas por el PP, ha dicho.

A la vez, el Gobierno de Aragón mantiene el recurso que presentó contra la Lomce y el real decreto que establece reválidas para tercero y sexto de Primaria, cuarto de Secundaria y Bachillerato, estas dos últimas necesarias para obtener el título a partir del curso que viene.

Pérez ha lamentado que el Ministerio está acostumbrado "a invitar y a que paguen las comunidades", en tanto en cuanto la imposición de realizar estas reválidas tiene efecto directo sobre el presupuesto autonómico, que no había previsto estas pruebas.

Además, la consejera ha recordado que se ha vuelto a trasladar al ministerio la necesidad de que convoque de forma urgente una conferencia sectorial.

Pilar Alegría, por su parte, ha abundado en que la reunión de hoy pretende "adelantarse" y marcar una línea de trabajo antes de que, previsiblemente en noviembre, el ministerio haga públicos los detalles de estas pruebas.

A su juicio, es necesario que las comunidades autónomas se pongan "en cabeza" para dar respuesta a una situación de indefinición y conseguir que se respete "la igualdad y la equidad" en el acceso a la universidad y se siga baremando a los chicos "sólo por su talento".

Aproximadamente 7.700 jóvenes aragoneses cursan en estos momentos el segundo curso de Bachillerato.