20.000 aragoneses son donantes habituales de sangre

La comunidad posee una media de 21.000 donantes activos. Hasta finales de agosto de este año se han contabilizado 17.595 persona

Un donante, en el Banco de Sangre de Zaragoza.
Un donante, en el Banco de Sangre de Zaragoza.
Raquel Labodía

Casi tres de cada diez donaciones de sangre que se realizan en Aragón tienen lugar en el Banco de Sangre y Tejidos de la comunidad. En plena semana de celebración de su décimo cumpleaños, con el ajetreo de las actividades, las visitas y las charlas, una de sus salas de extracción sigue recibiendo, por goteo pero de forma constante, la visita de donantes que dedican unos minutos de su día para aportar su grano de arena y contribuir a la causa en forma de mililitros.


Miguel Lorente no lo hace en el Banco, sino en las unidades móviles que puntualmente visitan su localidad natal, Pinseque. El 65% de las donaciones se realizan en estos puntos itinerantes que recorren diariamente la comunidad, pues cada día hay salidas tanto a pueblos como a grandes empresas. En su caso, “es simplemente una cuestión de comodidad”, señala. Desde los 18, edad a la que comenzó a donar, suma ya más de 37 años realizando este gesto, normalmente cada cinco o seis meses. “Hay que donar sangre, no sobra y si nos hiciera falta, a todos nos gustaría tenerla. Se producen muchos accidentes, muchas operaciones… Es algo altruista que no se debe pensar”, explica.


Este donante ya realizaba sus aportaciones sanguíneas antes de comenzar a trabajar en el ámbito sanitario, pero reconoce que, desde entonces, todavía es más consciente de la necesidad que existe. Con quienes suele coincidir son, dice, personas de mediana edad, de entre 40 y 50 años. “Dona muchísima gente, pero creo que hace falta algo más de concienciación entre la población joven”, apunta. Para este zaragozano, donar es una rutina que no supone incomodidad alguna, por lo que tiene previsto seguir haciéndolo hasta que cumpla los 65 “como mínimo”.


Él es uno de los más de 20.000 aragoneses que son donantes habituales de sangre. Según las cifras del Banco, la comunidad registra una media de 21.000 donantes activos. Así, hasta finales de agosto de 2016, se han contabilizado 17.595 personas; mientras que 2015 se cerró con 21.440 donantes. “Las cifras actuales son muy similares a las del curso pasado. Nuestro objetivo es alcanzar un equilibrio entre las unidades que entran y lo que los hospitales necesitan para que el centro sea eficiente. En los tres últimos años, los números que manejamos reflejan ese equilibrio”, relata María José Martínez, directora gerente del Banco de Sangre y Tejidos.

El 73%, en la provincia de Zaragoza

Actualmente, la media de donaciones en Aragón se sitúa en torno a las 44.000 al año, unas 3.600 cada mes. Para valorar estos guarismos hace falta remontarse a algo más de diez años atrás, cuando en 2005 se contabilizaron aproximadamente 39.000 donaciones. Además, en los últimos diez años, el 73,1% de las donaciones se han realizado en la provincia de Zaragoza; el 11,9%, en Huesca; y el 15% se han registrado en Teruel.


“Si tuviésemos más donantes, quizá fuese mejor, pero nos vamos manteniendo y somos capaces de suministrar los componentes sanguíneos y abastecer a todos los hospitales. Rara vez tenemos que pedir a otras comunidades autónomas”, explica Martínez.  En total, son 17 los centros hospitalarios públicos y privados con los que trabaja el Banco, existiendo un transporte diario de componentes hasta ellos.


Durante los meses de julio y agosto, no es extraño que el número de donaciones disminuya y que se dé cierta escasez de algunos grupos sanguíneos en el Banco. De hecho, “la pasada semana tuvimos que realizar un llamamiento para que la población viniese a donar Cero negativo y, dos semanas antes, A negativo. Este tipo de urgencias suelen ocurrir dos veces al año y la gente, en cuanto ve los avisos, responde”, cuentan. Esto refleja, para la gerencia del centro, que la aragonesa es una población concienciada y solidaria que acude rápido en caso de necesidad.


Además, con el objetivo de facilitar las donaciones, en mayo, el Banco instaló dos puntos fijos en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa y en el Miguel Servet, que se suman a los ya existentes en los hospitales de Huesca y Teruel. “El objetivo es acercar la donación a los familiares de pacientes que estén ingresados o a los propios trabajadores de los centros”, explican.

 
Más seguridad y mayor protección 

La evolución del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón, desde que se inauguró en 2006, se ha dejado notar fundamentalmente en dos aspectos: el técnico y el promocional. “Hemos mejorado en la seguridad de los componentes sanguíneos al realizar un cribaje más exhaustivo de los donantes y utilizar nuevas técnicas analíticas; al igual que se ha automatizado el fraccionamiento de la sangre, siendo Aragón la tercera comunidad del país es implantarlo”, detalla la directora gerente.


Mientras, en materia de promoción, los esfuerzos han ido dirigidos a estabilizar el número de donaciones. “Este es uno de los proyectos que tenemos en marcha, tratando de recordar al ciudadano que tiene que venir periódicamente, incidiendo además en la población joven para que comience a donar”, indican. Una de sus asignaturas pendientes, reconocen, es el estudiar el perfil del donante, fundamentalmente acotado en edad y sexo.


De puerta en puerta para recoger leche materna

Hace diez años, Paco Pico, celador y conductor en el Banco, dejó el Hospital Clínico para comenzar una nueva etapa profesional en las instalaciones que ahora celebran su aniversario. Desde que inició esa nueva andadura, explica, interiorizó una filosofía de trabajo muy clara: la de hacerlo todo por el donante. “Tenemos que volcarnos con él, pues viene a dar, a ser solidario, y hay que llevarlo en palmitas”, cuenta.


Para Pico, su lugar de trabajo no es tanto el centro como las calles de la ciudad y la carretera: va a recoger sangre a los hospitales, transporta componentes, documentos… y viaja a Huesca prácticamente todos los días. “También contacto con las madres y acudo a sus casas para recoger la leche materna que donan. Esta semana ya he llevado cuatro nuevos kit de donante de leche a varios domicilios”, recuerda Paco, quien no duda en afirmar que le encanta su trabajo.


Con sus viajes contribuye al funcionamiento del Banco de Leche Materna, que se puso en marcha en 2011 y que recoge, analiza, procesa y distribuye la leche de aquellas madres que dan el pecho a sus bebés -menores de seis meses-, que poseen excedente y que gozan de buena salud. Este año, hasta agosto, han sido 380 los litros que se han donado por parte de 81 madres. Si bien, “el consumo ya alcanza los 290 litros, cuando el primer año se registraron 180. El consumo se incrementa un 20% cada año, lo que indica que es una actividad que va a ir en aumento, paralela a la cantidad de recién nacidos prematuros”, detalla María José Martínez, quien añade que hay muchas personas que todavía no saben que existe este banco de leche en Aragón.


En el caso del Banco de Tejidos, en funcionamiento desde 2008, las donaciones se producen en los hospitales públicos de la comunidad. “La media de donaciones de tejido ocular al año es de entre 30 y 35, mientras que de tejido osteotendinoso, unas 20. Con estas cifras es suficiente, ya que más del 90% de las necesidades de los hospitales las cubrimos nosotros”, concluye Martínez.

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