Quizá sin ser muy conscientes, los 1.197 alumnos que inician este martes la convocatoria de septiembre de la selectividad van a hacer historia. Estos estudiantes son los últimos en presentarse a esta prueba de acceso a la universidad, que se lleva realizando desde hace cuatro décadas, al menos, tal como se conoce hasta ahora. El próximo año, el examen que se realiza a final de Bachillerato se llevará a cabo en los institutos y no en instalaciones universitarias.

Pero antes de que esto ocurra, todos los convocados para hacer este martes estos exámenes se han enfrentado, a partir de las 11.15, al test de Lengua Castellana y Literatura, una materia común y que, por tanto, realizan estos casi 1.200 jóvenes. Los que definitivamente serán ‘los últimos de la Selectividad’ en Aragón son los que se presenten a Ciencias de la Tierra, Diseño o Historia de la Música y de la Danza, cuyas pruebas están programadas para el jueves a las 18.15 y serán los encargados de cerrar la convocatoria, a eso de las 19.45, de momento, para siempre.

Los resultados estarán disponibles el día 21 y podrán consultarse en el centro de bachillerato donde haya estudiado el alumno o a través de las nuevas tecnologías (en la web de la Universidad de Zaragoza o en la aplicación móvil que ha desarrollado al efecto). La institución académica informó hace unas semanas que once titulaciones de las que oferta matricularán directamente a los alumnos interesados, mientras aún podrían quedar plazas, dependiendo de cuánta gente va saliendo de las listas de espera, en otra veintena.

Los vaivenes políticos no hacen fácil predecir qué ocurrirá en el futuro, pero la Lomce marca que al término de Bachillerato se realice una prueba final, obligatoria para obtener el título, cuya nota se utilizará, seguramente, para el acceso a la Universidad. A falta de que se concrete, se anuncia que estos controles serán similares a los actuales, pero dependerán a partir de ahora de las Comunidades y se llevarán a cabo en los centros educativos, en vez de en las facultades universitarias.

Precisamente, la pasada semana el G-9, que reúne a los centros de autonomías con una sola universidad pública, entre ellos Zaragoza, acordaron tomar la nota que se saque en esta reválida –o la prueba que cada Comunidad decida llevar a cabo, teniendo en cuenta la oposición a la Lomce en muchas de ellas– como referencia para entrar en sus centros, y no obligar a los jóvenes a volver a hacer otra prueba de ingreso extra.

Así, el 40% de la nota provendría de ese examen final, mientras el 60% restante se tomaría de las notas obtenidas en el Bachillerato. Además, quieren que se mantengan las ponderaciones de asignaturas en función de la titulación escogida para poder seguir valorando el acceso sobre 14. Esta propuesta aún tiene que pasar por la Conferencia de Rectores Españoles (CRUE), para buscar que todas las universidades españolas se sumen, y ser aprobada por las autonomías, que se encargan ahora de este examen, aunque tiene posibilidades de hacerse realidad porque cuenta con los apoyos de la práctica totalidad de la comunidad educativa.