Comienza la ESO marcada por la reválida, la bajada de ratios y los nuevos centros

La FP básica también cambia en un intento de que el porcentaje de aprobados crezca.

Estudiantes entrando al instituto Miguel Catalán, en Zaragoza
Estudiantes entrando al instituto Miguel Catalán, en Zaragoza.
PEDRO ETURA / A PHOTO AGENCY

Este lunes, más de 47.000 estudiantes de la ESO y 2.000 de FP Básica vuelven a las aulas en un inicio de curso marcado por la implantación definitiva de la Lomce y las modificaciones realizadas en los currículos de la FP Básica. Estas cifras son ligeramente inferiores a las registradas hace un año en la ESO, cuando los alumnos matriculados al inicio de curso superaban los 47.400. Por el contrario, la FP Básica mantiene el mismo número de inscripciones, ya que en el 2015-2016 había 2.111 estudiantes.


El curso se inicia con muchas dudas para padres, alumnos, e incluso, profesores debido a la puesta en marcha definitiva de la Lomce. Esta nueva legislación añade dos cuestiones de vital importancia para los matriculados en 4º de ESO. Por un lado, los estudiantes han tenido que elegir entre inscribirse en el 4º orientado hacia el Bachillerato (enseñanzas académicas) o el dirigido a la Formación Profesional (enseñanzas aplicadas). Esta decisión, que tanto padres como directores de instituto consideran que es demasiado prematura, ha obligado a realizar un verdadero encaje de bolillos en los centros aragoneses.


“La ley marca que tienen que existir estos dos itinerarios, así que aunque haya menos de 10 alumnos es obligatorio ofertarlos y buscar la manera de adaptarse”, especifican desde el IES Sobrarbe, ubicado en Ainsa. En concreto, en este centro, de un total de 55 alumnos matriculados en 4º de ESO solo 4 se han decantado por las enseñanzas aplicadas. “Haremos un grupo para ellos, pero en los institutos rurales estamos teniendo muchos problemas para poder organizarnos en este aspecto”, recalcan. Por ejemplo, en el IES Biello Aragón de Sabiñánigo la opción elegida ha sido juntar a todos en una misma clase y realizar desdobles para aquellas materias que son diferentes: matemáticas y dos optativas. “Al tener tan pocos alumnos es muy complicado”, sostienen.


Una situación que confirman desde la Asociación de Directores de Instituto de Aragón: “La mayoría se decantan por cursar un 4º ESO orientado a Bachillerato, ya que no quieren cerrarse puertas para su futuro; por ello, en los centros en los que hay menos estudiantes, como suelen ser los rurales, hay problemas para organizarse”. Asimismo, lamentan que los jóvenes tengan que tomar esta decisión a una edad tan temprana. “Con solo 15 años es complicado hacer esta elección, ya que teóricamente si se cursa el de aplicadas no se puede hacer Bachillerato, ni al revés”, recalca Antonio Martínez, presidente de la Asociación de Directores de Institutos de Aragón.


Esta incertidumbre también la tienen los padres y estudiantes, por lo que no es de extrañar que en muchos centros el porcentaje de alumnos que cursarán enseñanzas académicas ronde el 70%. “Es una decisión muy importante, que aunque este año seguramente no afecte (la reválida no es vinculante), en los próximos años puede generar muchos problemas y dejar a alumnos fuera del sistema”, auguran desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de la Escuela Pública de Aragón (Fapar).

La reválida

Teóricamente, habrá dos tipos de reválida: una para los de aplicadas y otra para los de académicas. “Los alumnos podrán escoger con independencia de la opción cursada e incluso será posible presentarse por ambas en la misma ocasión”, recalcan desde el Ministerio de Educación. Sin embargo, profesores y padres critican que “el cambio de una a otra es considerable en cuanto a dificultad, por lo que sería complicado aprobar la prueba de académicas, teniendo el curso de aplicadas”.


Además, lamentan que sea necesario obtener un 5 esta reválida para obtener el título de ESO: “Hay alumnos que pueden aprobar todo el curso y luego suspender las pruebas de junio y septiembre. En este caso solo les quedarán dos opciones: la FP Básica o repetir curso”.


No obstante, la Asociación de Directores de Instituto y Fapar se congratulan de la iniciativa del Gobierno aragonés de mantener diversificación hasta 4º de ESO. “Era algo que la Lomce no contemplaba, ya que solo llegaba hasta 3º de ESO, dejando a los alumnos tirados en el último curso, y el Gobierno de Aragón ha realizado las adaptaciones necesarias para seguir ofertándola”, recalca Martínez.

Cambios en la FP Básica

Los más de 2.000 alumnos que cursarán este año la FP Básica lo hacen con varias novedades. Por un lado, la oferta se amplía con cinco cursos nuevos: Cocina y Restauración en el IES Biello Aragón de Sabiñánigo, Acatividades Agropecuarias en el IES Río Arba de Tauste, Industrias Alimentarias en el CPIFP Movera de Zaragoza, Informática y Comunicaciones en el IES Valle del Guadalope de Calanda y Cocina y Restauración en el IES de Albarracín.


Por otra parte, más de la mitad de las clases de FP Básica empezarán con una distribución horaria diferente a la que tuvieron el año pasado, ya que el Gobierno de Aragón decidió modificarla debido el elevado número de suspensos o abandonos registrado en sus dos primeros años (cercano al 50%). De este modo, el objetivo era hacerla más atractiva para los estudiantes y adaptarla al mercado laboral. Finalmente, las titulaciones modificadas tendrán menos horas de los módulos de Comunicación y sociedad y Ciencias aplicadas, mientras que ganarán horas relacionadas con la rama de la FP que cursan y de Prevención de Riesgos Laborales.

Menos ratios y horas lectivas

Otra de las novedades del presente curso es la reducción de las ratios. En concreto, afectará a los alumnos de 1º de ESO, que pasarán a estar 30 en el aula a haber solo 27. El objetivo del acuerdo alcanzado entre sindicatos y Gobierno de Aragón es que en el curso 2019-2020, todos los niveles de Secundaria tengan un máximo de 27 estudiantes por clase.


También se reducen el número de horas lectivas para el profesorado, que pasan de 21 a 20, por lo que el docente podrá dedicar esa hora extra a actividades complementarias en el centro como la labor tutorial. No obstante, los sindicatos siguen criticando la tasa de interinidad. “Todavía hay unos 3.700 interinos en Secundaria”, lamentan desde CC.OO. Aragón. Asimismo señalan que por primera vez se están realizando entrevistas y pruebas para conseguir una vacante de interinos. “Las pruebas solo se realizan cuando hay un procedimiento de ampliación de listas y están reguladas”, especifican. En concreto, según subrayan, en el primer llamamiento ya ha habido 15 pruebas y 5 entrevistas.

Infraestructuras

El curso también comienza con algunos institutos nuevos, como es el caso del Picarral (ubicado en unas antiguas instalaciones de la Cámara de Comercio) y las clases de 1º de ESO del colegio de la Jota, que de este modo, se convierte en el primero que prueba el funcionamiento de los centros integrados. También abre sus puertas este lunes el IES de La Puebla de Alfindén.


No obstante, aunque estas construcciones han permitido que los centros de varias zonas de la comundidad estén menos saturados, todavía serán necesarias varias aulas prefabricadas en la provincia de Zaragoza. En concreto, habrá barracones en el Río Gállego (4 aulas), Pilar Lorengar (2), La Azucarera (1), Torre de los Espejos de Utebo (6) y Gallicum de Zuera (2).

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