La izquierda ultima el acuerdo para que Podemos presida las Cortes con Violeta Barba

Hace hoy dos meses, el socialista Antonio Cosculluela despejaba la incógnita que había mantenido durante casi medio año y anunciaba, para sorpresa de muchos, que dejaba la presidencia de las Cortes y mantenía la alcaldía de Barbastro, presionado por Podemos y por su propio partido para que acabara con la duplicidad de cargos. Eso sí, dejó en manos de su formación el momento de su cese como presidente, aunque continuará como diputado. Y a día de hoy, sigue sin haber fecha para su relevo y tampoco está cerrado quién le sustituirá, aunque en las últimas horas se han intensificado los contactos entre los cuatro grupos de la izquierda y todo apunta a que Podemos se hará con el sillón. El acuerdo parece inminente y podría cerrarse entre hoy y mañana, después de unas semanas llenas de incertidumbres y tensiones.

Porque lo que parecía que iba a ser un mero trámite se ha convertido con el paso del tiempo en una crisis institucional que acabó de estallar cuando a finales de julio la formación morada decidió postularse para el puesto y ganar así peso en el máximo órgano del Parlamento, en el que actualmente ya ostenta la vicepresidencia primera, ocupada por Violeta Barba.

Y aunque nadie quiere confirmar que ella sería la candidata si finalmente el acuerdo llega a buen puerto, parece la mejor situada de los 14 diputados que forman el grupo podemista en las Cortes . En todo caso, la portavoz, Maru Díaz, dejó claro ayer que será la ejecutiva de la formación en Aragón la que decida el nombre de su candidato.

Pero primero hay que acabar de cerrar la nueva composición de la Mesa, y lo más probable es que Podemos acabe haciéndose con la presidencia, aunque todos insisten en que el objetivo primordial es mantener la mayoría de izquierdas. Ahora el PSOE tiene dos puestos, otros dos el PP y uno Podemos. A este respecto, Díaz recordó que su partido asume que no le corresponden dos sillones como tercera fuerza en la Cámara, lo que conllevaría que los socialistas pasarían a ocupar la vicepresidencia para mantener el actual equilibrio de fuerzas. El cargo podría recaer en un histórico, Florencio García Madrigal, que ya sonó, al igual que Pilimar Zamora, para ocupar la vacante dejada por Cosculluela.

En todo caso, Podemos quiere agilizar al máximo el relevo. Hace semanas ya se fijaron el inicio del nuevo periodo de sesiones como plazo límite para zanjarlo porque consideran que sería "una tomadura de pelo" llegar el próximo jueves, cuando se celebra el primer pleno, con un presidente "que dimite en diferido". El PSOE se comprometió a que la renuncia de Cosculluela sería inmediata, siempre que antes estuviera atada la sucesión. Eso sí, en todo momento vinculó el debate de los nombres a un acuerdo mucho más amplio en el que los grupos que sustentan el Ejecutivo de Javier Lambán se comprometan a facilitar la gobernabilidad y allanar el camino en cuestiones estratégicas como los presupuestos o las leyes sociales, además de revisar los pactos de investidura.

Pero Podemos se enrocó en que no renunciaría a ocupar el cargo y no participaría en un "cambio de cromos", mientras el PSOE avisaba de que no admitiría "chantajes". La pasada semana llegó por fin el momento de sentarse en la mesa e iniciar el diálogo a cuatro bandas. Dos reuniones fallidas bastaron para constatar que era necesario cambiar la metodología de la negociación. Y ha sido esta semana, con continuos encuentros bilaterales y multilaterales, pero sin la presión del foco mediático, la que ha permitido avances decisivos. "Se ha creado un ambiente de diálogo propicio y ha sido mucho más fácil", resaltan.

Los otros temas a debate

Y en este contexto, los podemistas se han avenido a tratar otros asuntos, como desde el principio pretendían tanto los socialistas y sus socios de CHA como IU. La idea es crear un espacio de diálogo permanente que permita "desatascar" las leyes sociales pendientes de aprobación –como la de renta básica y las de emergencia social–, el compromiso de negociar los presupuestos, abordar los cambios que se quieren introducir en el modelo territorial y el papel de las distintas administraciones o consensuar una postura conjunto sobre las reclamaciones que Aragón planteará cuando se abra a nivel nacional el debate sobre la reforma del sistema de financiación autonómica. Los presupuestos para 2017 serían otro de los temas clave en este foro de los grupos de la izquierda.

De esta forma, tanto el PSOE como Podemos podrían justificar sus concesiones mutuas y alcanzar un punto intermedio entre el "cheque en blanco" y el "cambio de cromos" que unos y otros se acusaban mutuamente de exigir al otro. A ello se sumó la amenaza de que el PP acabara en la presidencia, habida cuenta de que anunció que presentaría candidato si no había acuerdo en la izquierda. Esta opción parece ya descartada y los populares dan por hecho que habrá fumata blanca.

De momento estas declaraciones de intenciones no se han plasmado en ningún documento, pero todos son optimistas y confían en que los últimos trámites, una vez encarada la "recta final" del proceso, no se demoren. "Cuanto más se alargue, será peor", reconoció Gregorio Briz, de CHA.