¿Cuándo necesitará Aragón nuevos prefijos telefónicos?

El pasado 21 de julio, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) emitió un informe dirigido a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones en el que indicaba la necesidad de atribuir nueva numeración geográfica para el servicio telefónico fijo en determinadas provincias. En concreto, Madrid y Guipúzcoa son las dos provincias que más demanda de números telefónicos ha experimentado, por lo que podrían quedarse sin números si no se habilitan nuevos prefijos.

En la actualidad, en España están atribuidos 86,5 millones de números adjudicados a las diferentes provincias, con un rango de ocupación del 79,80%. Sin embargo, existen varias de ellas con una tasa de ocupación “relativamente alta (superior al 80%), siendo especialmente destacable el caso de la provincia de Madrid, donde la tasa de asignación del rango atribuido llega al 97%. La provincia con menor número de bloques disponibles para asignar sería Guipúzcoa (91%), donde últimamente el ritmo de asignaciones ha sido muy bajo, siendo aproximadamente de un bloque por año”, revela el informe.

Por el momento, se baraja que estos prefijos podrían ser el 843 para Guipúzcoa y el 919 y el 81 para la provincia de Madrid.

El Plan Nacional de Numeración Telefónica asigna a cada operador un número entero de bloques de 10.000 números geográficos dentro de cada zona telefónica provincial para ser utilizados dentro de una determinada provincia o distrito. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia estima el número de bloques que necesita anualmente cada provincia.

La diferencia entre bloques atribuidos y asignados es lo que indica, según la CNMC, la necesidad de ampliar la numeración geográgica. En caso de la pronvincia vasca, esta cuenta con 109 bloques asignados de los 120 atribuidos, dejando solo 11 bloques libres. En Madrid, son 872 asignados por 900 atribuidos, quedando 28 bloques libres. Por lo que se desprende que a corto plazo estas dos provincias deberán ampliar su numeración geográfica.

Una medida similar a esta se adoptó en 1999 en Murcia, La Coruña, Santa Cruz de Tenerife, Gerona, Baleares, Cádiz, Navarra, Las Palmas, Tarragona, Pontevedra, Granada, Badajoz, Guipúzcoa, Lérida y Zaragoza, ya que en aquel momento estas provincias experimentaron una importante demanda de líneas telefónicas que hacían necesaria la ampliación numérica.

En el caso de Zaragoza, se incorporó el prefijo 876. Posteriormente, Huesca añadió el 874 y Teruel el 878. Según las estimaciones de la CNMC, la capital aragonesa no necesitaría ampliar su numeración geográfica durante medio siglo; menor tiempo transcurriría en Teruel, ya que en 41 años precisaría un nuevo prefijo; y Huesca sería la primera provincia aragonesa en urgir nueva numeración, en poco más de dos décadas, según el actual Plan Nacional de Numeración Telefónica.

9 cifras

Hasta 1998, para realizar una llamada local no era necesario marcar el prefijo provincial pero a partir del 4 de abril de aquel año todos los números de telefonía españoles pasaron a tener nueve cifras, formándose añadiendo el prefijo provincial a la numeración que hasta ese momento tenían los usuarios. La experiencia piloto, como tantas otras, arrancó en Zaragoza. Además, la nueva medida permitía a los usuarios elegir compañía en cada llamada y escoger entre las que ofrecían tarifas más baratas por el mismo servicio.

En aquel momento, la capacidad de la numeración -70 millones de los 100 millones de números potenciales del sistema- se agotaba y los nuevos operadores de telefonía que habían surgido no podían ser discriminados respecto a la compañía Telefónica, la única que hasta entonces prestaba este tipo de servicios, con la asignación de números más largos.