Un verano “atípico y positivo” en el turismo deportivo aragonés

Desde la Asociación de Empresas de Turismo Deportivo aseguran que se mejorarán las cifras de actividad y facturación del pasado curso.

Buena temporada para el turismo deportivo aragonés
Buena temporada para el turismo deportivo aragonés
Asociación de Empresas de Turismo Deportivo de Aragón.

Este está siendo un buen verano para el turismo deportivo aragonés. Así lo indican desde la Asociación de Empresas de Turismo Deportivo de la comunidad (TDA), donde estos meses han experimentado un incremento del turismo español pero, sobre todo, europeo. Los franceses se mantienen como uno de los públicos más asiduos al turismo activo en la región, mientras que los alemanes y los visitantes llegados de los países nórdicos les pisan los talones.


Hasta ahora, además de ser positiva, esta época estival también está siendo algo “atípica”, según Inés Dewulf, presidenta de la agrupación de empresas en Aragón, quien explica que el turismo se ha concentrado considerablemente desde el 15 de julio hasta finales de agosto, cuando en otras temporadas se ha notado más el golpe en julio: “Este año ha sido un ‘todos a la vez’. La primera quincena de julio solemos trabajar más con extranjeros, y en agosto, lo habitual es rondar el 80% de españoles; pero esta vez la diferencia no ha sido tan pronunciada, pues los primeros días de julio no hemos tenido tanta actividad como en otros años”. Una de las razones que apuntan es la llegada algo tardía del turismo francés a raíz del calendario escolar.


Aunque todavía no tienen cifras concretas de la temporada, desde la Asociación Aragonesa de Empresas de Turismo Deportivo aseguran que se van a mejorar los registros del año pasado en todos los ámbitos: tanto en facturación como en contratación de personal. “Muchos socios están contentos, pues podemos decir que la actividad ha crecido en torno a un 5% y un 10% con respecto al último año, en el que también notamos un incremento”, señala la responsable. Tras la época gloriosa de 2008 y 2009, el sector atravesó sus momentos más duros hasta el año 2013. Ya en 2014, la curva empezó a invertirse y se frenó la pérdida de clientes en numerosas empresas que comenzaron a ver crecer su volumen de facturación: “Estamos recuperando la actividad previa a la crisis, pero los precios se han ajustado mucho y el IVA se subió drásticamente, algo que nos ha afectado mucho y ha conducido al cierre de varias compañías”, relata Inés Dewulf.


En 2015, las pequeñas empresas y autónomos que integran la TDA –posee actualmente unos 50 socios de las tres provincias aragonesas- llegaron a generar mil empleos directos, desarrollando 180.000 actividades guiadas al año repartidas en 30 modalidades diferentes –sin contar el esquí-, con una facturación aproximada de entre 10 y 12 millones de euros. Además, según los números de la asociación, este turismo activo genera un gasto repercutido de unos 40 millones de euros en otros negocios como hoteles o restaurantes.


Mientras, la actual tendencia positiva en el sector está relacionada, entre otros factores, “con los esfuerzos de promoción y las campañas publicitarias realizadas sobre Aragón con el objetivo de favorecer el turismo interior”. Igualmente, desde la agrupación afirman que la situación actual que atraviesan algunos países ha favorecido la llegada de más extranjeros a la comunidad, que también quieren practicar este turismo deportivo. Por ejemplo, “varios franceses, a consecuencia de los últimos atentados, me han comentado que han preferido venir porque se sienten más confiados y seguros”, relata Dewulf.


También ayudan los diferentes eventos deportivos que se celebran en el territorio, que sirven para atraer al público y que este conozca tanto los diferentes lugares como sus deportes. Entre ellos, las pruebas de atletismo o citas como el Campeonato de España de Parapente Acrobático, cuya segunda edición se celebró el pasado julio en Panticosa. “Se afianzan aquí y dan una imagen muy positiva, en este caso, del valle de Tena. Quienes acuden a ellos puede que decidan regresar otra vez”, señalan desde la TDA. En este valle, la joven tirolina de Hoz de Jaca, la más larga de Europa, ha revolucionado la población generando más tráfico de personas en la zona y dando más opciones a otros deportes de aventura. Sin embargo, a la representante de la Asociación Aragonesa de Empresas de Turismo Deportivo no le sorprende el efecto que ha tenido esta actividad en el entorno, pues ya se han producido casos similares en puntos como Murillo de Gállego: “Son ejemplos positivos que demuestran lo que es capaz de generar el medio rural a través del turismo de aventura”.

Rafting y barranquismo, los preferidos


El 80% del turismo de aventura que se desarrolla en esta época del año –fundamentalmente en el Pirineo y Prepirineo- es acuático, con el rafting, el descenso en canoa, el hidrospeed o el descenso de barrancos como algunos de los deportes más demandados. “El que haga mucho calor siempre nos favorece –cuenta Dewulf- y este año, pensando en el rafting, los caudales de los ríos se han mantenido, aunque hemos echado de menos tormentas de verano para el barranquismo”.


Los ríos Cinca, Ara, Ésera y Gállego afianzan el turismo de aventura y permiten ofrecer actividades numerosos meses del año. Además del “impresionante” paisaje y la naturaleza que les rodea, “sus diferentes tramos permiten practicar el rafting en varios niveles, por lo que en estos meses estivales se prestan mucho a venir con la familia, la pareja, los amigos…”. Algo similar ocurre con el descenso de barrancos, pues “contamos con un territorio que posee muchos recursos, más y menos técnicos, para gente más o menos experimentada”, indica Dewulf.


Entre las disciplinas que tienden a realizarse de forma libre, el senderismo es una de las más potentes junto a la BTT, que también está viviendo su propio auge. A la vez, el turismo ecuestre o el parapente “tienen cada vez más tirón”, además del montañismo, un fijo en primavera y otoño.

Trabajando para blindar el territorio

El decreto de Turismo Activo regula actualmente la actividad empresarial de las compañías establecidas en Aragón, pero no hay un reglamento común sobre el turismo deportivo a través del territorio. “Es necesaria una regulación que sea cumplida por cualquiera que venga aquí”, reclama la representante de la TDA, que advierte de que existen muchas empresas foráneas que no respetan los reglamentos ni las normas deontológicas que las compañías aragonesas sí cumplen, y a las que no hay forma de denunciar o multar: “Por ejemplo, a la zona de Aínsa o la Sierra de Guara vienen empresas extranjeras que no trabajan con el mismo IVA, que funcionan a nivel asociativo y que, a veces, pueden contar con personas sin titulación y no respetar códigos como el de llevar un guía profesional en un barranco por cada 8 o 10 personas, llegando a ir hasta con 50 clientes”.


Por ello, uno de los objetivos de la TDA pasa por establecer una regulación que blinde el territorio y que limite el intrusismo y las malas prácticas de empresas de otras comunidades o países. La asociación va a comenzar a trabajar con los departamentos de Medio Ambiente y Turismo para regular ejercicios como el descenso de barrancos, el asunto de los grupos, las buenas prácticas y la seguridad. “Tenemos que buscar ese posicionamiento para que se haga un turismo de calidad y que el visitante que venga a Aragón a realizar actividades de aventura, se lleve una imagen positiva”, explican. Otra de sus luchas se centra en igualar el IVA de su sector -21%- al del resto de los sectores turísticos que, afirman, tributan al 10%.

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