Miles de alumnos y profesores buscan piso en Aragón para el próximo curso

Cada año, miles de profesores y alumnos deben buscar un piso de alquiler. Los primeros porque, a causa de la alta tasa de interinidad, tienen que desplazarse a localidades lejanas para trabajar, mientras que los segundos suelen venir de otras comunidades autónomas para cursar en Aragón sus estudios. De este modo, durante estos meses, el parque inmobiliario de Aragón vive una de las épocas de más trasiego de todo el año. 

Unos 5.000 profesores de Aragón tienen que elegir estos días las plazas que van a ocupar de interinos. En esta ocasión, la cifra se ha reducido debido a las oposiciones a maestros que se llevaron a cabo a principios del verano. Sin embargo, estos docentes también tendrán que seleccionar la vacante que ocuparán durante el año en prácticas, que no es definitiva. Muchos de ellos consiguen una plaza en su lugar de residencia o en algún municipio cercano, pero otros deben recorrer más de cien kilómetros para llegar cada día a su puesto de trabajo, una razón por la que deciden buscarse un piso de alquiler.

“Cuando hay varios kilómetros de por medio, los docentes suelen optar por compartir un coche (consiguiendo un ahorro considerable con el resto de compañeros) o alquilarse una vivienda en el lugar de destino”, explica Alfonso Zafra, representante de Educación de CSIF Aragón. Asimismo, detalla que, en algunas ocasiones, esta necesidad de alquilar una vivienda supone un gasto considerable al estar pagando dos pisos, vivir distanciado de la pareja, e incluso, tener que trasladarse con su hijo. “Hay gente que ha tenido que renunciar a la plaza porque no podía permitírselo”, asegura.

Además, desde el departamento de Enseñanza de CGT Zaragoza recuerdan que, a veces, es complicado encontrar una vivienda en el mismo municipio. “Si te toca en una localidad pequeña, la gran mayoría de las casas están ocupadas por los vecinos y te tienes que ir hasta la cabecera de la comarca para conseguir un piso”, especifican. Por lo tanto, además de pagar este alquiler, el docente debe tener un vehículo con el que poder desplazarse hasta la localidad en concreto.

Pendientes del destino

La semana pasada se adjudicaron las vacantes para aquellos que consiguieron plaza en las oposiciones. Este jueves han conocido su destino varios centenares de maestros interinos y los próximos días lo harán los profesores que dan clase en institutos. Por ello, no es de extrañar que en las últimas semanas hayan proliferado las ofertas de habitaciones o pisos para docentes en diferentes puntos de la comunidad. De hecho, de esta manera se anuncian en los foros o las páginas de Facebook en las que abundan los interinos. “Alquilo piso a profesores en Zaragoza. Zona Centro Histórico, a 10 minutos de la Plaza del Pilar”, ofrecen en el foro Educacionaragonesa. Generalmente van a acompañados por un número de teléfono, una descripción de cómo es el alojamiento, el precio, e incluso, los colegios que tiene cerca para poder situar al nuevo inquilino.

Como este se pueden encontrar muchas opciones. Por ejemplo, un profesor de secundaria residente en Monzón alquila, por segundo año consecutivo, su vivienda en Jaca a otros docentes. “Busco especialmente profesores, ya que es un perfil que es complicado que te dé problemas porque son muy responsables. De hecho, la experiencia del pasado año me lo ha corroborado”, explica. Además, subraya que así puede tener la vivienda alquilada durante los meses del curso escolar y después la puede disfrutar durante el verano.

Otra de las opciones, y también muy abundante, es que los propietarios de viviendas sean los que se oferten en los colegios e institutos de la localidad. “Hay en algunos municipios en los que los propietarios acuden a los centros educativos para decirles que tienen la casa disponible para alquilársela a profesores y generalmente suelen repetir. De hecho, cuando me tocó ir a Jaca, existía esta posibilidad”, destaca José Manuel, miembro de CGT Zaragoza.

Más de 6.000 alumnos de otras comunidades en la UZ

El colectivo de estudiantes, la mayoría de ellos universitarios, es el otro que busca piso para el próximo curso. Según los datos de la Universidad de Zaragoza, alrededor de 6.500 estudiantes llegan cada año de otras comunidades o países para estudiar un grado, máster o doctorado en algunos de los campus de la comunidad aragonesa. A todos estos habría que sumarles los estudiantes que vienen de fuera para cursar sus estudios en la Universidad San Jorge, los que se desplazaban de una provincia a otra y también algunos alumnos de FP, que se tienen que trasladar desde su municipio de origen a alguna parte de Aragón.

En estos casos, las opciones son muy variadas. A los tradicionales pisos de alquiler que se pueden encontrar en el Cipaj, los portales inmobiliarios o paseando por la zona interesada, se les une la bolsa de pisos que gestiona la propia Universidad de Zaragoza, los pisos de un programa especial para universitarios de Zaragoza Vivienda o las residencias universitarias y colegios mayores, que este año han aumentado sus reservas.

Este mercado inmobiliario se caracteriza por tener unos precios muy dispares. Por ejemplo, en la bolsa de pisos de la UZ se pueden encontrar habitaciones desde 130 euros al mes hasta más de 300, dependiendo de la zona y el número de compañeros con los que se compartirá la vivienda. También se ofertan pisos completos y habitaciones de hogares en los que se convive con el propietario. Sin embargo, una de las variantes más económicas sería el Programa de Estudiantes Solidarios y Distrito Erasmus, lanzado por Zaragoza Vivienda. Esta alternativa está funcionando en el Actur, el Casco Histórico y la Magadalena. De este modo, se ofertan viviendas de bajo coste a estudiantes a cambio de su integración positiva y constructiva en la vida de los barrios y sus comunidades.

Por ejemplo, los ubicados cerca del Campus Río Ebro tienen un coste mensual de 40 euros, que con los gastos de comunidad y suministro asciende a unos 100 euros al mes. Desde que se puso en marcha en el curso 2011-2012 ya se han alojado más de 200 alumnos diferentes.