"No tomé ninguna droga por mí mismo antes del accidente. ¿Si me la dieron? Ni idea"

El causante del doble atropello mortal de Botorrita, Leoncio Moreno Pérez, arrojó una tasa de alcohol de 0,66 mg/l en la segunda medición, que es la válida. Pese a rebasar el límite penal, su grado de intoxicación etílica no explicaría las casi doce horas de amnesia que dice tener y que no le permiten aclarar cómo empezó la noche asistiendo a un concierto de Carmen París en el Monasterio de Veruela (Vera de Moncayo) y la acabó de una forma tan trágica a la mañana siguiente. Dado su extraño comportamiento y absoluta desorientación –"como un autómata", han llegado a decir los que lo vieron– al conductor se le sometió al test de drogas. El resultado fue negativo, pero lo cierto es que los kits que usa la Guardia Civil de Tráfico no detectan ni las drogas de diseño ni la escopolamina, más conocida como burundanga y que además de anular la voluntad genera lagunas y olvidos.

"No tomé ninguna droga por mí mismo antes del accidente. ¿Si me la dieron? Ni idea", aseguró ayer a este diario el conductor, Leoncio Moreno, quien se dedica profesionalmente a formar trabajadores y es experto en ‘coaching’ e inteligencia emocional. "No he fumado ni tomado estupefacientes nunca", añadía, para reconocer que está "sin ánimo ni energía" y lo que necesita es "reposar la mente e intentar recordar detalles". Porque es precisamente eso lo que no ha podido dar: detalles concretos de lo sucedido antes del fatal siniestro. No lo hizo ni en la Guardia Civil, ante la que no quiso prestar declaración, ni ante la juez de guardia, quien decidió dejarlo en libertad con cargos tras contestar a sus preguntas asistido por la letrada Bella Sánchez.Paró a tomar algo en Zaragoza

Al parecer, tras el concierto de Carmen París –que comenzó a las 19.30 del sábado y del que incluso ha colgado una fotografía en su perfil de Whatsapp– el conductor no regresó a su casa de La Muela –el hombre es natural de Mesones de Isuela, pero utiliza este piso sobre todo para su trabajo–, sino que decidió hacer un alto en Zaragoza para tomar algo. Y es a partir de ese momento cuando comienzan las misteriosas "lagunas".

Lo que está claro es que, tras pasar toda la madrugada en la capital aragonesa, pasadas ya las nueve de la mañana, Leoncio Moreno cogió su Opel Vectra para dirigirse a su domicilio. Sin embargo, su desorientación era tal que tomó el camino contrario, marchando en dirección hacia Huesca. Al percatarse del error, hizo un cambio de sentido para regresar hacia Zaragoza, momento en el que tuvo el percance de Zuera. Pero al llegar a la ciudad –trayecto en el que varios conductores le vieron conducir de forma anómala y avisaron a la central de emergencias del 112–, tampoco supo llegar a La Muela y se desvió por la N-330 hacia Botorrita, donde arrolló y causó la muerte a Enrique Javier Comín y Alberto Martínez, de 61 y 68 años respectivamente.Tardó en bajar del vehículo

La primera llamada que avisó del doble atropello la hicieron al 112 unos ciclistas al ver tendidos en el arcén de la N-330 los cuerpos inertes de dos personas. Al parecer, había un vehículo detenido unos 100 metros más adelante, pero hasta entonces nadie se había apeado del mismo.

En cualquier caso, el conductor aprovechó ayer para lanzar un mensaje de arrepentimiento a las familias y confesar que siente "muchísimo" lo ocurrido. "Ha sido un accidente, yo mismo podría ser la víctima", declaró. "No puedo expresar todo lo que me pasa por la cabeza", concluyó, todavía afectado.