Diez técnicos en restauración trabajan desde el pasado 16 de agosto en labores de conservación de bienes pictóricos de la catedral de Albarracín. Se trata de un curso organizado por la Fundación Santa María de Albarracín que se prolongará hasta el próximo 2 de septiembre.

Bajo la dirección de Sylvia Carrasco, el objetivo del curso es ajustar las cinco piezas de las calles perimetrales del retablo de San Sebastián, del siglo XVII, para instalarlas en su lugar de origen. También se trabaja en las tres pinturas de la capilla de las Almas y se continúan restaurando las piezas sueltas del monumento funerario hallado el año pasado en los almacenes de la catedral.

Según explica Carrasco, se trata de un “catafalco funerario móvil” de decoraciones populares. “Pudiera ir montado por piezas, en diferentes niveles quizá, y se pretende actuar hasta en seis de ellas”, dice.

También advierten que estos trabajos de limpieza, reintegración y acabados son los pasos genéricos de un proceso que, para su finalización, requiere cambios estructurales y labores de reinstalación.

Este curso de conservación y restauración de pintura de caballete es una de las formaciones superiores que la Fundación Santa María de Albarracín imparte a lo largo del año. El próximo se centrará en el ámbito de los documentos gráficos, y será impartido del 19 de septiembre al 7 de octubre por Virginia Uriarte.