En menos de dos semanas, el 5 de septiembre, los alumnos que estén en lista de espera para matricularse en alguna titulación de la Universidad de Zaragoza podrían recibir una comunicación que les anuncie que sus deseos se han hecho realidad. Eso sí, tendrán que estar muy pendientes porque solo tendrán tres días para hacer efectiva su matrícula, tras la renuncia de alguno de los estudiantes que estaban mejor situados en el listado. De no hacerlo, perderían este derecho y no podrían acceder posteriormente al estudio demandado.

Tras el primer llamamiento, realizado el pasado 25 de julio, las listas se han movido bastante –en Medicina, por ejemplo, se ha llamado a 146 alumnos en lista de espera en Zaragoza y a 121 en el caso de Huesca–, pero no así la nota exigida para entrar. Si una vez terminada la selectividad, la nota para ingresar en esta titulación, la más demandada de la Universidad, era de 12,683, ahora ha descendido a 12,567. En Huesca, este margen aún es menor, ya que a principios de julio la calificación exigida era de 12,588, tras correr el turno en más de cien personas, continúa siendo muy elevada: 12,509.

Es la tónica general en los grados con más demanda. A pesar de que muchos estudiantes deciden matricularse en otros centros, una vez que comprueban que les llega la nota, y dejan así plazas libres en Zaragoza, es tan ajustado el margen de los que están en los primeros puestos de la lista de espera que apenas hay variaciones en la nota que se pide. Además de Medicina, ocurre parecido con Periodismo –que solo ha abierto las puertas a ocho personas en lista de espera, con una variación de la nota de corte de 10,257 a 10,078– o en Veterinaria en Huesca, que a pesar de haber llamado a 50 personas de la lista de espera, ha pasado de 11,318 a 11,178.

Son calificaciones orientativas que servirán ahora a aquellos a la espera de un puesto en una titulación para estar pendientes de cara a nuevos llamamientos, que se producirán todos los lunes de septiembre, para informar de plazas que quedan libres.

Los grados en los que se ha producido más descenso en la nota exigida son Psicología en Teruel, que ha pasado de un 9,298 a principios de julio a un 8,292 en la actualidad, y Trabajo Social en Zaragoza, que rebaja nueve décimas su exigencia inicial (de 6,591 a 5,667, lo que deja en lista de espera a apenas 20 personas de las 82 que había justo después de la Selectividad).

Más de medio punto

También ha bajado la nota significativamente en Estudios Ingleses (nueve décimas hasta un 6,794), y Óptica y Optometría, que pasa de un 8,413 a cifras muy similares a las que se pedían en 2015 (7,674). Además, en Arquitectura, Nutrición (Huesca) y Enfermería en Teruel se exige tras el primer llamamiento medio punto menos que hace un mes, lo que pone las cosas más sencillas a aquellos que están en espera.

La cantidad de renuncias ha facilitado la situación a los aspirantes a cinco carreras concretas, que de exigir nota de corte tras realizarse la prueba de acceso a la universidad han pasado a admitir a todos aquellos que solicitaron entrar. Así ha ocurrido en Ingeniería Química (de 6,444 a 5,207, la nota más baja de todos sus solicitantes, que ya ha entrado), Ingeniería Electrónica y Automática, y otras tres titulaciones que se imparten en el campus de Teruel: Magisterio en Educación Primaria, Ingeniería Informática (con una sustantiva bajada de 6,64 a 5,021) y Bellas Artes, donde han logrado inscribirse las doce personas que estaban en reserva. De esta forma, son 30, casi la mitad de las 65 titulaciones que imparte a Universidad de Zaragoza, las que abren sus puertas a todos aquellos que querían ingresar en ellas.

En la posición contraria están los cinco estudios que no han variado sus notas de corte desde que se publicaron las listas de espera hasta el siguiente llamamiento. En dos de ellas, Administración y Dirección de Empresas, y Física no se ha movido ni un turno. En el caso de Magisterio de Educación Infantil y Primaria (Zaragoza) y Ciencia y Tecnología de los Alimentos solo se ha llamado a titulados universitarios que han solicitado volver a estudiar, por lo que la calificación exigida para los que hicieron la Selectividad se mantiene intacta.