El Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad ha convocado dos líneas de ayuda para la formación de agricultores y ganaderos, y para favorecer la transferencia tecnológica del sector agroalimentario con un presupuesto total de 790.000 euros.

Ambas se incluyen en el Programa de Desarrollo Rural, un paquete económico distribuido para el periodo 2014-2020 cuya financiación, procede en parte de la UE y que permite la puesta en marcha de políticas estructurales, según ha explicado en rueda de prensa el director general de Desarrollo Rural, Jesús Nogués.

En concreto, la línea de formación está dotada con 430.000 euros y está destinada el desarrollo de cursos y visitas a las explotaciones que hayan implementado determinadas tecnologías cuyos beneficiarios, además de las entidades y asociaciones del sector agrario, son los propios agricultores, en torno a unos 3.500, según Nogués.

La orden de convocatoria de estas ayudas se publicó el pasado mes de abril y se han recibido un total de 34 solicitudes de las que se han aprobado 22 dentro de un procedimiento de concurrencia competitiva.

Entre los criterios de selección para otorgar estas ayudas, Nogués ha destacado la experiencia previa, solvencia técnica, un ámbito geográfico amplio o, en relación con los agricultores beneficiarios, que se de prioridad a los cursos en zonas desfavorecidas o de la Red Natura 2000, la discriminación positiva de la mujer o los dirigidos a agricultores jóvenes.

Por su parte, la línea de ayudas a la transferencia tecnológica, cuya orden fue publicada en mayo, está dotada con 360.000 euros y se centra principalmente en la realización de ensayos de campo de diversas variedades de cereal o frutales que persiguen que el agricultor vea sobre el terreno el resultado real de las comparativas de distintas especies.

Los beneficiarios serían también las asociaciones agrarias, sindicatos y cooperativas, y sectoriales ganaderas o del mercado de los frutales, si bien Nogués ha resaltado que el beneficio final es para los agricultores y se prevé que sean unos 6.500.

A esta convocatoria se han presentado 41 solicitudes de las que han sido aprobadas 40 que también pasan por criterios de concurrencia competitiva ligados a las características de las entidades que van a desarrollar los cursos y también a un tipo de actuaciones prioritarias como la gestión eficiente del agua, la conservación de recursos genéticos o la aplicación de nuevas tecnologías, entre otros.

En los dos casos de estas ayudas, el 80 % de los fondos provienen de la Unión Europea y el 20 % restante del Programa de Desarrollo Rural. Estas dos convocatorias son la primera parte del plan previsto por el Departamento para incorporar a los agricultores a las nuevas tecnologías y a las nuevas variedades y sistemas productivos, un objetivo "ambicioso", según el director general de Desarrollo Rural, para el que ya se ha modificado la estructura de la administración con la creación del servicio de innovación y transferencia agroalimentaria.

Posteriormente a estas dos ayudas, le seguirá otra de cooperación para ligar a los productores con los centros de investigación, que se pondrá en marcha a finales de septiembre, y una tercera fase basada en la política de asesoramiento agrario que se aplicará en 2017.

Nogués ha destacado que la política de innovación y transferencia tecnológica hacia el sector agroalimentario es una de las "prioridades" del Departamento, que persigue que haya un flujo "continuo desde la investigación hasta la producción" para poder evitar o minimizar la dependencia de la renta agraria de las ayudas de la PAC.

En este sentido, ha explicado que de la facturación total del sector agrario en Aragón, que son unos 3.500 millones de euros, la renta agraria o beneficio neto queda en 1.700 millones, una cuantía de la que "entre un 27 y un 30 % viene de las ayudas directas del primer pilar de la PAC".

Una dependencia "preocupante" para el Departamento, que quiere disminuirla mediante el fomento de la innovación y transferencia tecnológica en el sector agroalimentario.