Treinta y cinco personas han perdido la vida en las carreteras de Aragón en lo que va de año

Las cuatro muertes registradas este domingo hicieron de agosto el peor mes del año a falta de ocho días para su conclusión.

Imagen de archivo de un accidente en Vera de Moncayo. El conductor del camión falleció en el siniestro, ocurrido en julio.
Imagen de archivo de un accidente en Vera de Moncayo. El conductor del camión falleció en el siniestro, ocurrido en julio.
Oliver Duch

Nadie duda de que la siniestralidad en las carreteras españolas se ha reducido de forma considerable en las últimas dos décadas, pero jornadas como la vivida en Aragón el pasado domingo, con cuatro fallecidos y tres heridos graves, consiguen echar por tierra gran parte del trabajo que ciudadanos, instituciones y asociaciones llevan realizando desde hace años. Máxime cuando se conoció que el conductor que mató a dos ciclistas cerca de Botorrita (Zaragoza) triplicó la tasa permitida de alcohol en sangre minutos antes de las 10.00.


Y es que son este tipo de accidentes, los que se derivan de conductas irresponsables de parte de los conductores, los que suelen acarrear peores consecuencias y los que generan mayor desasosiego en familiares y amigos de las víctimas. "La DGT, la Guardia Civil, las asociaciones... todos llevamos años trabajando y haciendo campañas y, con accidentes como estos, nos queda la sensación de que no sirve para nada porque conductores como este no toman conciencia de lo que significa llevar un vehículo en esas condiciones". Quien habla es Miguel Ángel Bernal, delegado de Stop Accidentes en Aragón. En nombre de las víctimas de accidentes comenta que sus sentimientos después de tragedias como esta es de "terrible desamparo" por parte de la Justicia.


"Lees que un conductor ebrio ha matado a dos personas y a las pocas horas está en su casa. Esto aumenta el dolor", apostilla Bernal a la vez que matiza que las víctimas "nunca buscan venganza, piden que se cumpla la ley". Una ley que tarda mucho en aplicarse, explica, porque este tipo de procesos judiciales suelen dilatarse enormemente en el tiempo aumentando el dolor de las familias.


La combinación drogas-volante no es el único comportamiento temerario que causa víctimas. Este mismo lunes, la DGT anunciaba el inicio de una campaña especial de control de velocidad con un único propósito claro: evitar muertes. El exceso de velocidad, sostiene el organismo dependiente del Ministerio del Interior, está presente en uno de cada cuatro accidentes que se registran en España. El cumplimiento de los límites establecidos podría evitar en torno a 300 muertes cada año, según Jaime Moreno, subdirector de Gestión de la Movilidad de la DGT.

Miles de víctimas: los heridos también cuentan

Las cuatro víctimas mortales registradas este domingo han convertido a esta jornada como la peor del año y han colocado a agosto como el peor mes de este 2016 en lo que se refiere a siniestralidad en las carreteras, todo ello a pesar de que aún quedan ocho días para que finalice, días en los que el tráfico será intenso en toda la red de carreteras al suponer el 31 de agosto el fin de las vacaciones para muchos españoles. Y es que en lo que va de mes han muerto en Aragón nueve personas. Con cinco fallecidos, Zaragoza se convierte en la provincia con mayor siniestralidad.


Hasta entonces, el mes con peores registros había sido mayo, con siete fallecidos. Marzo, con cinco muertos, tres de ellos en tan solo un día, también fue uno de los meses más duros del año.


Aunque en muchas ocasiones solo se hace referencia a los fallecidos, pues sufren las peores consecuencias de los accidentes, lo cierto es que si se cuenta con las cifras de heridos las dimensiones de las tragedias que ocurren en las carreteras son aún mayores. De acuerdo con los datos recogidos por el Instituto Aragonés de Estadísticas, cada año en Aragón se registran miles de heridos. La cifra más actualizada data de 2014 y habla de 1.479 personas heridas de diversa consideración. El delegado de Stop Accidentes en la Comunidad explica que estas personas, aunque sobrevivan, también viven un drama que no se puede olvidar: a muchas de ellas les cambia su día a día porque pierden capacidades y con ellas, incluso, su sueldo y medio de vida.

Muertes también en la ciudad

2016 también ha dejado trágicos accidentes dentro de los cascos urbanos aragoneses. A principios de abril una mujer perdió la vida en Peñalba cuando estaba sentada en un banco: un joven que no tenía el permiso de conducir perdió el control del vehículo que conducía y arrolló el lugar en el que descansaba la víctima, de 54 años de edad. Unas semanas antes, a finales de febrero, un hombre de 87 años en silla de ruedas fue atropellado mientras cruzaba un paso de peatones en Binéfar.


En mayo, un ciclista de 20 años murió en Zaragoza tras pasar algunos días ingresado en el hospital después de colisionar con un vehículo en el barrio de San José. En enero, también en esta zona de la capital aragonesa, ya había muerto un anciano de 85 años tras ser atropellado por un ciclomotor. Estas víctimas se quedan fuera del cómputo de 35 fallecidos registrados en las carreteras de Aragón, pero el drama que dejan detrás es idéntico en ambos casos.


Los registros de este 2016 aún quedan lejos de las 56 personas que perdieron la vida en la Comunidad el año pasado, pero pasa por todos los usuarios de las carreteras españolas que en los meses que restan de ejercicio las cifras no empeoren. Pese al cierto desasosiego al que Miguel Ángel Bernal hace referencia, explica que la voluntad de Stop Accidentes Aragón y otras entidades afines es seguir trabajando sin descanso por el objetivo de víctimas cero. "Es ambicioso, lo sabemos, pero es un objetivo que nos hace trabajar aún con más ganas para lograrlo", afirma.

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