Una de las rutas más seguras y transitadas de Zaragoza

Su escaso tráfico hace de la N-330 una de las vías más usadas por ciclistas. El presidente de la federación pide un respeto escrupuloso a los 1,5 metros de distancia al adelantar.

La carretera donde se registró ayer el trágico suceso saldado con dos ciclistas fallecidos es una de las más transitadas por los amantes de las dos ruedas. La N-330 siempre ha sido una ruta habitual del cicloturismo zaragozano, pero lo fue mucho más cuando se construyó la A-23. La autovía mudéjar permitió concentrar la práctica totalidad del tráfico rodado de vehículos y camiones, quedando la antigua nacional como un territorio que es considerado como de los más seguros para entrenar en bicicleta en el entorno de la capital aragonesa.


Prácticamente todos los días se pueden ver grupos de ciclistas transitando por el asfalto, pero los fines de semana –especialmente con buen tiempo– se cuentan por cientos. Uno de los recorridos más habituales es la conocida como ‘ruta de Goya’, que lleva a los ciclistas que salen desde Zaragoza a Cuarte, Cadrete, María, Botorrita, Muel, Mezalocha, Villanueva de Huerva, Fuendetodos y vuelta a Botorrita por Jaulín, para regresar desde allí de nuevo a Zaragoza. En total salen unos 100 kilómetros, con un par de cotas no muy altas pero atractivas para calentar las piernas.

"A expensas de un tercero"

Luis Marquina, presidente de la Federación Aragonesa de Ciclismo, reflejaba ayer el estado de consternación que vivía ayer el mundillo del ciclismo aragonés. Desde que se conoció la noticia, cientos de aficionados comenzaron a interesarse por la identidad de los fallecidos, y a mostrar su indignación por el atropello que sufrieron, así como por el hecho de que el conductor triplicara la tasa de alcohol permitida. "Los ciclistas sabemos que tenemos que ir lo más pegados posible a la derecha, preferiblemente en grupo para ir más protegidos... pero el ciclista siempre está a expensas de un tercero, y no es fácil controlar el riesgo", señala Marquina.


El presidente de la federación insiste en la necesidad de concienciar a todos los conductores de que deben "extremar la atención al volante", y de que es obligatorio guardar 1,5 metros de distancia al adelantar a un ciclista. "Es fundamental, hay que educar a todos los conductores en ello", recalca. Por supuesto, el hecho de que el conductor fuera bebido es un agravante más. "Podía haberse llevado por delante a cualquiera, chocar con un coche de frente...", lamenta.


Por último, y debido a la proliferación de ciclistas que ha habido en los últimos años, Marquina recomienda que las personas que comienzan a andar en bici "se acerquen a los clubes para salir en compañía y aprender de los que saben".

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