Un ángel de la "guardia"

El sargento del cuartel de Tardienta, Salvador López Armenteros, logró sacar con vida a un ciclista que cayó al Canal de Monegros.

Salvador López Armenteros, en el cuartel de Tardienta.
Salvador López Armenteros, en el cuartel de Tardienta.

El sargento de la Guardia Civil del Puesto de Tardienta, Salvador López Armenteros, lleva dos días recibiendo decenas de felicitaciones. Y no es para menos. En un acto de valentía, el agente logró salvar la vida de un ciclista que cayó este martes al Canal de Monegros.


Los hechos ocurrieron sobre las 12.00. El sargento estaba de servicio y en ese momento, regresaba de una entrevista en la cercana localidad de Robres. Al pasar a altura de Senés de Alcubierre, vio que un hombre perdía el control de su bicicleta y caía al Canal de Monegros. "No lo dudé. Enseguida vi que era imposible que saliera por sí mismo y me lancé al agua en su auxilio. De no haberlo hecho, él se hubiera ahogado y yo jamás me lo perdonaría", explica el agente, de 41 años de edad y natural de Fermoselle (Zamora).


El rescate fue complicado y requirió de gran esfuerzo. Según explica el sargento, el hombre, de 70 años de edad, era incapaz de bracear y mantenerse a flote. En un instante, la corriente lo arrastró alrededor de 30 metros y para alcanzarlo, el agente tuvo que recorrer esa distancia nadando. En ese punto, las paredes del Canal de Monegros son verticales y por ello, la única opción de rescate obligaba al agente a volver a nadar contracorriente hasta el punto de origen, donde existe cierta inclinación y es posible salir de la infraestructura de riego.


En su relato, López Armenteros explica que hubo momentos "muy difíciles, de cierta tensión, ya que se produjeron algunos forcejeos, lo que es habitual en una situación de este tipo". Para volver al punto de origen, el sargento, que tuvo que realizar un gran esfuerzo, utilizó la pared interna de la infraestructura, que le permitió agarrarse y tirar del hombre. En total, ambos permanecieron alrededor de 30 minutos en el agua y finalmente, lograron salir exhaustos.


Para el ciclista, fue una gran suerte que el agente viera su caída y además, tuviera la valentía de arrojarse al agua y finalmente, rescatarlo. Sin duda, fue tan oportuno como un verdadero ángel de la guarda. El hombre se encuentra bien y, al igual que su familia, agradecido por la acción del sargento, que puso en riesgo su propia vida. "A partir de ahora, seguro que mantenemos una gran relación", apunta López Armenteros.


En total, el sargento lleva 12 años destinado en la localidad de Tardienta, donde sus vecinos están orgullosos de su valiente acción. En sus años de servicio, es la primera vez que salva la vida de una persona, lo que supone "una gran satisfacción", concluye.

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