El calor, el sol, la naturaleza... Durante el verano apetece disfrutar del buen tiempo y de los rincones que Aragón esconde. Desde Heraldo.es proponemos diez merenderos en los que disfrutar de un almuerzo al aire libre. San Juan de la Peña

A un par de horas de la capital aragonesa, San Juan de la Peña dispone de una zona de recreo que cuenta con un amplio merendero y cafetería. La llanura de San Indalecio, sobre la que se sitúa el Monasterio Nuevo, ofrece un amplio entorno en el que disfrutar de una tarde en familia o amigos. El territorio posee monumentos como el Monasterio Viejo o las vistas desde el Balcón de los Pirineos.

El Caracol

A escasos tres kilómetros de Alagón, este paraje natural que se encuentra en la confluencia del Río Jalón con el Canal Imperial de Aragón, es hoy en día un lugar de ocio en el que disfrutar de la naturaleza a poca distancia de la urbe. Este espacio recibe el nombre de El Caracol por la forma de las escaleras que suben hasta el cauce del Canal desde el Jalón. Además, los visitantes podrán disfrutar de La Muralla de Grisén, con más de dos kilómetros de extensión, creada para elevar el Canal y el salvar el curso del río.

Sancho Abarca

Este merendero se encuentra junto al Santuario de Nuestra Señora de Sancho Abarca en el municipio de Tauste. Sobre el cerro en el que se sitúa el Santuario hay varias mesas acondicionadas de las que disfrutar de un almuerzo con las vistas de las Bardenas Reales.

Raso de la Cruz

A una hora de Zaragoza, el paraje del Raso de la Cruz, en Cosuenda, ofrece merenderos, parrillas y zonas de juegos donde disfrutar de un aperitivo en el marco de la Sierra de Algairén -Sistema Ibérico-. Está situado sobre la confluencia de los barrancos del Val de Cerezo y de la Peña de la Tía. Cruzando el barranco de Valque se llega a la Fuente del Emparrado, que emana del mismo cauce que el barranco.

Pozo Pígalo

Pozas de agua, cascadas, praderas y pinares. A siete kilómetros de Luesia, en la Comarca de las Cinco Villas, se encuentra el Pozo Pígalo en el que poder hacer un pícnic rodeado de pinos, hayas y campos de cultivo. El agua del río Araba se precipita por una pequeña cascada que finalmente descansa en dos espacios con diferentes profundidades en los que disfrutar de un baño en plena naturaleza. Muy cerca está el Corral del Calvo, un antiguo asentamiento prerrománico en el que contemplar los restos de sus construcciones.

Mas de la Punta

A orillas del Mar de Aragón, Mas de la Punta es un paraje situado a 16 kilómetros de Caspe. Este espacio ofrece merenderos, barbacoas, un campo de fútbol y una extensa chopera en la que pasar el día.

Santuario de la Fuensanta

Ville, en la provincia de Teruel, posee el Santuario de la Fuensanta, acondicionado con merendero, mesas y bancos en los que disfrutar entre pinares y aire puro.

Parque Nuestra Señora de Dos Aguas

El río es el protagonista en el paraje de Nuestra Señora de Dos Aguas en Nonaspe, pero en esta ocasión es por partida doble. En la confluencia de los ríos Matarraña y Algás han habilitado un merendero junto a la ermita. Los ríos que bordean este espacio y los árboles que lo protegen del sol lo convierten en un lugar muy agradable para las tardes de verano. Cuenta con barbacoa, bancos y área de acampada.

El Pinar en Cedrillas

Desde su nacimiento en la Sierra de Gúdar, el río Mijares va dejando a su paso decenas de merenderos. Este, protegido por la copa de enormes pinos y ambientado con el sonido de las aguas del Mijares, tiene todos los equipamientos necesarios para llevar a cabo una buena comida en el campo. No sin antes, recorrer la ruta del nacimiento del Mijares.

Embalse de Búbal

El espectacular entorno del pantano de Búbal en el valle de Tena contiene los elementos principales para disfrutar de un descanso en plena naturaleza. Muy cercano al pueblo de Tramacastilla, en el entorno se pueden practicar todo tipo de actividades como senderismo, esquí, pesca, escalada o bicicleta entre otros.