Chunta Aragonesista (CHA) ha expresado la necesidad de una nueva legislación sobre la pesca deportiva para limitar el impacto económico que en Caspe y el Bajo Aragón tendrán la ejecución de la sentencia del Tribunal Supremo que prohíbe la presencia de las especies invasoras en los ríos.

Estas especies, desde el siluro al lucio o el black bass, son el principal atractivo y el origen de la pesca deportiva que se ha desarrollado en las últimas décadas en Caspe y su entorno, donde llegan pescadores de toda Europa y hay varias empresas que prestan servicios turísticos relacionados con la pesca.

David Félez, responsable de política hidrológica de CHA, ha emplazado hoy al nuevo Gobierno de España a modificar la legislación a fin de que pueda sobrevivir en el Bajo Aragón-Caspe y el Bajo Cinca la actividad de pesca deportiva, ya que supone "un importante factor de actividad turística y, por tanto, económica en la zona".

En Aragón, según ha resaltado en una nota, se celebran hasta 800 competiciones, lo que revela la magnitud que representa el sector para el denominado "Mar de Aragón" y el embalse de Ribarroja, los dos principales centros de este tipo de pesca .

Félez asegura que hay que acatar la sentencia sobre las especies invasoras pero entiende que se podría establecer sistemas propios en los lugares "no naturales", como los embalses, con un programa de gestión específico que se adapte de forma adecuada al entorno por las implicaciones turísticas y económicas que supone.

A su juicio, se podría adaptar el Reglamento Europeo a ese tipo de situaciones con cuestiones específicas en función del impacto social y económico en las zonas afectadas, modificando, por tanto, la ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad".

Más controles públicos para preservar las prácticas deportivas de actividades ilegales, dotar de contenedores adecuados para el depósito y posterior tratamiento de estas especies invasoras, y fijar un "sistema de cupos", que permitiera este tipo de capturas, serían algunos de esas cuestiones.

Las excepciones en las citadas zonas se mantendrían porque hay medios materiales y humanos para poder controlarlo, ha explicado Félez, quien apuesta por actuar "de manera contundente para alcanzar un modelo sostenible" contra el grave problema para el ecosistema fluvial que suponen las especies invasoras.

Con estas propuestas, entre otras que se puedan presentar, se pretende, ha destacado el representante de CHA, compaginar "la imprescindible sostenibilidad ambiental con la necesidad de paliar el impacto económico.